No hay mejor género para encuadrar la película de este bandido Han Solo (Alden Ehrenreich) que un western espacial. Ron Howard nos trae un producto que tuvo que terminar en poco tiempo, ya que hubo una pareja de directores previo a él: Phil Lord y Christopher Miller. Más allá de esto, este film se mantiene a la altura de las expectativas de los fanáticos del mundo de “Star Wars”.
La historia narra las primeras aventuras de este forajido y, también, su relación amorosa con Qi’ra (Emilia Clarke). En su camino, Solo se encontrará con Thomas Beckett (Woody Harrelson), quien será su compañero en diversos atracos que se llevan a cabo para conseguir dinero por múltiples deudas a pagar porque, caso contrario, morirán. Además, se dará el primer encuentro con Lando Calrissian (Donald Glover), personaje que aparece en otros episodios de “Star Wars”.
Si bien es una misión difícil de lograr hablar de la película sin adelantar nada de la trama, es un objetivo que se puede cumplir al enfocarse en el diálogo, en las actuaciones y en la dirección del film.
Como fue mencionado previamente, Ron Howard no fue el director desde el principio del proyecto. Se puede notar cómo fue perseguido por las fechas límites impuestas, ya que hay momentos donde los planos cambian rápidamente. Al no estar durante los momentos importantes de la película, se desliza que el realizador quiso enfocarse en aquellas escenas vitales de la misma. Igualmente, es innegable que Ron Howard hizo un buen trabajo. Además, apostó por la simetría y los tonos negros para generar un ambiente oscuro ideal para esta historia y, sin dudas, salió victorioso en ese aspecto.
Escrito por Jon y Lawrence Kasdan, el guion es muy bueno. Es notorio el trabajo detrás del mismo y cómo están construidos cada uno de los personajes es algo logrado de forma sobria. Con momentos de humor (esperables, sabiendo el tipo de personaje que es Han Solo), se le añade una gota agradable que se redondea en líneas que mantienen su interés por sí mismas y que son explotadas al máximo por las actuaciones.
En cuanto a las interpretaciones, cada integrante de este reparto estuvo a la altura de las circunstancias. Emilia Clarke, Woody Harrelson y Donald Glover se complementan realmente bien y son un valor agregado de esta película. Individualmente se destacan en las actuaciones realizadas previamente por ella y cada uno de los hombres. Hay veces que sucede que cada persona sobresale por sí misma dentro de un elenco, pero, al juntarlas en la película, la química no es buena; esta cinta es todo lo contrario. Aquel trío funcionó perfectamente.
Párrafo aparte para Alden Ehrenreich. Tuvo la pesada tarea de ponerse en un personaje inmortalizado por Harrison Ford y, la verdad, no hay nada que recriminarle. Creó a un Han Solo con un estilo diferente al anterior, pero con sus gestos faciales lo homenajea: mantiene su sonrisa característica. Quizás no sea un actor reconocido, pero realizó una muy buena labor en esta película y, con 28 años, apunta a establecer un nombre propio en el mundo del cine. Gran sorpresa y mejor actuación dado el papel que llevó a cabo.
“Han Solo: una historia de Star Wars” es una buena película que sirve para preparar el terreno hacia el estreno, en el 2019, del Episodio IX. Con un gran trabajo general, desde dirección hasta actuación, este es un film entretenido donde predomina la acción desde el principio hasta el final. Así que, si estabas en la duda de verla o no, recomendamos es que vayas al cine porque esta historia no te va a decepcionar.