Desde la compra de Lucasfilm a manos de Disney, quedó claro que iba a haber Star Wars para rato. Rogue One demostró que eran posibles historias en una galaxia muy muy lejana que vayan más allá de la familia Skywalker. No obstante, al verla por primera vez no teníamos idea quién sobreviviría o no a la odisea; por precuela que fuera, la muerte podía llegarle a cualquiera. Ahora esta nueva era se enfrenta a un desafío no muy diferente al de las precuelas de fines de los 90 y principios de los 2000: ¿Cómo se establece la preocupación por el destino de un personaje que se sabe va a sobrevivir? Este es el desafío narrativo de Han Solo.
¿Qué nunca te digamos las probabilidades?
Han Solo cuenta la historia del conocido personaje titular. Cuando la mujer que ama es capturada al escapar de Corellia, Han se muestra determinado a ser el mejor piloto de la galaxia para volver y rescatarla. Su odisea lo llevará a ser reclutado por el Imperio, para luego desertar y unirse a una pandilla de bandidos que tienen una deuda con un carismático y sanguinario mafioso. Una deuda que para ser saldada lo llevará por toda la galaxia, siendo perseguido por cazas imperiales y cazadores de recompensas, al mismo tiempo que encuentra aliados de lo más variopinto.
Es una película que si bien goza de logradas secuencias de acción, el desarrollo de personajes es bastante estándar. Entendemos el cambio pero no lo sentimos. Hay algunos que alcanzan un dejo de queribilidad, como el piloto extraterrestre del equipo de forajidos al que se une Solo, y la robot que acompaña a Lando Calrissian, quien tiene una fuerte conciencia social que será objeto de no pocos análisis, para bien o para mal.
Tenemos esa historia de amor con alguien previo a la Princesa Leia, que aporta el ingrediente emocional al flujo narrativo, pero es un recurso que no se animan a sostener por mucho y que de haber tenido mejor timing para utilizarlo los habría ayudado más.
Este es un Han Solo que conocemos desde siempre, que no trae nada nuevo a la mesa. Hay historias que cuenta sobre su pasado, sobre su padre, que son mucho más interesantes que este relato básico. Atención: ello no es necesariamente malo, considerando que hay películas que ni se molestan en conseguir siquiera eso. Pero acá estaban en la obligación de hacernos preocupar por el futuro de un personaje que se sabía iba a sobrevivir su odisea. Nos gusta que Han Solo sea cool, seguro de sí mismo, que eso lo meta en problemas y lo ayude a sobrevivir. Pero se necesitaba que nos muestren algo del personaje que nunca habíamos visto antes. Sí, vamos a ver cómo logró el corredor Kessel en menos de 12 parsecs y cómo conoció a Chewbacca, pero más allá de eso, el que todo esto sea a manos de un Han Solo joven no suma mucho más a la cuestión.
Lawrence Kasdan, guionista de la película, dijo una vez que ama los westerns porque cualquier historia puede ser contada en ellos, y considerando la notoria influencia que tiene el género en Star Wars aquí le dio rienda suelta. Es más, se puede decir que esta es la película de la franquicia donde más salta a la vista su deuda hacia el más norteamericano de los géneros. Lo vemos en una secuencia de un asalto al tren que es de manual, pero llevado al universo futurista. Lo vemos en la secuencia del Sabacc (juego de cartas en el que juega con Lando Calrissian) que parece sacado de un Saloon, incluso con el giro de “el as bajo la manga” típico de los juegos de carta en este género. Lo vemos en la esclavitud de los Wookies, reminiscente a la esclavitud de la Guerra Civil Norteamericana. Lo vemos en los duelos finales. Lo vemos.
Por el lado de las actuaciones son todas muy logradas, en particular Alden Ehrenrich, del cual se hablaron muchas pestes, pero ante el resultado final debe decirse que hace un trabajo muy digno, lejos de cualquier imitación.
Por el costado técnico tenemos un gran diseño de producción, una decente utilización de la música, y un prolijo montaje. Debe señalarse que durante muchos segmentos la fotografía abusa del contraluz, dejando no pocas veces a la película como demasiado oscura para su bien.
Conclusión
Cualquier historia de Star Wars invita a lo épico y a descubrir otro costado de personajes que conocemos desde siempre. Han Solo no ofrece ninguna de esas dos cosas. El que busque algo épico se va a sentir muy desilusionado, pero si se va con las expectativas bajas, buscando lisa y llanamente entretenimiento, puede que se le saque un mejor provecho.