El lado oscuro del cuento
Un hombre de negocios llamado Eun-soo (Chun Jeong-myoung) sufre un percance durante un viaje en coche y se ve de pronto atrapado en un bosque oscuro y misterioso. A través de este paisaje onírico encuentra a una niña que lo lleva a su casa, en la que vive junto a su familia, y muy pronto Eun-soo advierte que detrás de una cierta apariencia de apacibilidad, tanto la casa como el bosque ocultan sus propios misterios.
Aislado, sin señal en su teléfono celular y preocupado por su novia embarazada, Eun-soo trata de encontrar la forma de lidiar con esta particular situación, para eventualmente escapar. No tardará en darse cuenta que ese sitio y sus habitantes forman parte de una trama macabra de sucesos que su presencia contribuye a precipitar.
El trabajo de Yim Phil-sung podría considerarse un punto de convergencia entre fantasía, drama y suspenso; una mixtura que se ha explorado en otros filmes y que, al modesto entender de quien escribe, tiene a Guillermo del Toro como el más claro exponente en estas latitudes. Si a esta combinación, en la que invariablemente la proyección infantil tiene un peso específico y relevante, le sumamos el terror, entonces se podría hablar de un nuevo ángulo para explorar el cine. En ese sentido la literatura infantil (sobre todo la medieval y neogótica) abunda en relatos plausibles de ser llevados al cine como si de un lado B se tratase.
Este cuento clásico de los hermanos Grimm abarca, para más detalles, todos los aspectos más oscuros de la infancia: la ausencia de los padres, la amenaza de lo desconocido, lo extraño como fuente de perturbación y la pérdida de la inocencia. La eficaz puesta en escena, la belleza escalofriante de los ambientes y escenarios, la expresividad justa en sus personajes, constituyen una revisión interesante de dichos aspectos, con la suma de algunos factores más inmediatos y modernos, que enriquecen visual y narrativamente el relato.
Este podría ser uno de los filmes con mayor atraso estrenados en nuestras pantallas, pero merece ser tenido en consideración por los afectos a un género que, lejos de su apogeo, aún puede ofrecer interesantes sorpresas. El terror oriental quizá no vuelva como la ola que alguna vez supo ser, pero cada tanto ofrece una pequeña perla. Es el caso de esta versión de "Hansel y Gretel".