Happy Hour

Crítica de Florencia Fico - Cine Argentino Hoy

Happy Hour, dale espacio al deseo destila comedia y encierra enigmas en su interior
Una corriente de agua entrelazándose es el aperitivo que pone principio a la película “Happy Hour, dale espacio a tu deseo”. El entrecruzamiento de personajes e historias es el pié fundamental de éste filme. Con mucha carga pasional en la voz del actor Pablo Echarri quién se dispone a ser un profesor de literatura con muchas ganas de salirse de las estructuras matrimoniales; y ver si su esposa se sube a su idea que pinta la intriga fundacional de la proyección. Por Florencia Fico
“Happy Hour: Dale espacio a tu deseo”, es el título oficial de la película brasilera que se estrenó en 2017 con la producción compartida entre Brasil y Argentina.
El resumen de la película es la estancia de Horacio un profesor argentino de literatura latinoamericana que se radica en Rio de Janeiro se transforma totalmente a base de un hecho imprevisto. Este altercado lo conduce a identificar sus impulsos más instintivos y a comentarle a su mujer Vera, que tiene ganas de estar con otras mujeres, sin embargo no deja de estar enamorado de ella no quiere distanciarse tampoco.
Su concubina no acata esta propuesta pero está entre la espada y la pared en su vocación como diputada donde Horacio es una pieza importante para su posicionamiento como alcaldesa en su asenso político. Todas las afirmaciones de una vida conservadora se ponen en tela de juicio cuando es tiempo de afrontar la realidad.
La película brasilera dura 104 minutos un poco larga para una comedia con tintes amargos, apta para mayores de 16 años.
Su director Eduardo Albergaria supo cautivar con diversos elementos la atención de lo que se considera comedia dramática. En principio con tomas aéreas en las terrazas de edificios, una familia envuelta en telaraña, una puesta en escena de un supuesto ladrón(Pablo Morais) quien trepa como un hombre araña los pisos de un departamento.
La película se sumerge en Brasil desde sus playas,morros, paneos al Cristo Redentor, la frondosa y laberíntica zona de Pan de Azucar. En caminatas frecuentes la palabra “escape” se encuentra con éste lugar donde el equipo técnico del filme desplegó tomas de una flora y fauna resplandeciente.
La constante aparición de monos capuchinos que se mezclan con su elenco es el caso de una escena con el actor argentino Luciano Cáceres como Ricardo que no lo toma como una plaga o un estorbo si no como un animal a quién contemplar y alimentar; aunque su parloteo con el animal inequívocamente se transforma en risas en el público. En la sociedad brasilera se advierte como un espécimen a esa especie que devora la comida de la sociedad brasilera.
Horacio imagina y tiene sueños con Ricardo como amante de su esposa cuestión que pone en jaque a sus emociones. Por otro lado ha dicho que tiene fantasías con una alumna con la que su esposa enloquece. ¿La liberación es cierta o es una nueva ficción – alucinación de Horacio?, se explora en esas sensaciones o deseos y surrealismo. Aunque Ricardo demostrará lo contrario ya que descubrió su homosexualidad allí. O como hace alusión un fragmento musical: “así va la caravana dedicándose a fingir”.
Cáseres interpreta a Ricardo un amigo y alumno becado de Horacio en la universidad, al principio entre argentinos con compinches y cómplices de sus pensamientos sobre las relaciones. Con los conceptos brindados en clase de Horacio: “Dale espacio al deseo”, se abre la ventana donde el espectador Horacio tras quince años de casamiento con Vera una diputada pone en marcha una desenfrenada idea de dar apertura a su relación con otros y otras.
En torno a la actuación de Echarri ya no muestra señas de galán en cambio rota a un carácter más introspectivo, donde se lo ve con panza y no es el eje del asunto si no que es parte de un vívido hombre en la edad de los 45 años. Tiene escenas de lo más provocativas y pone de él toda su trayectoria como carril para componer un señor enojado, con pesar y reflexivo.
La embestidura y personalidad de Vera(Leticia Sabatella) no le permite vislumbrar un pensamiento tan complejo para ella ya que ella lo mira desde un pasado; como si fuera su padre de una manera figurativa. Aunque su madre rompe con su idealismo de pareja de a dos, su papá ya había tenido un romance con otra mujer. Y su hermana Jo(Leticia Persiles) coincide en un matrimonio abierto es doctora y es más relajada con su pareja actual con la que está a punto de casarse. Sabatela es una actriz versátil puede pasar de puritana a bestial; carismática para un rol tan cambiante y maleable.
Leticia Persiles es el afrodisíaco de las cámaras ya sea cantando a capela una rica canción que hace que su hermana se desinhiba de sus tradiciones y sus coqueteos con los pacientes a quienes parece llevar al clímax.
La ilusión es parte de ésta película que cuenta con el guión de un gran grupo de autores como: Eduardo Albergaria, Ana Cohan, Carlos Arthur Thiré y Fernando Velasco. El hacer de un argumento un truco donde cada mago hace visible o invisible su pluma, ya sea con la voz en off de Echarri, en los monólogos de Horacio consigo mismo, sus inquietudes y reflexiones.
Su tono y los cambios temáticos ya sea para hablar de: política pasión, impulsos carnales con otras mujeres, romanticismo, impaciencia intelectual y sugestivas iniciativas. Sus susurros y la forma de ser un testigo participativo de las tramas con los espectadores.
La musicalización estuvo en manos de Darío Eskenazi quien deposita en los tangos tarareados por Horacio sus melancolías y sus orígenes. Asimismo pone un vinilo en espacios donde los amantes Vera y Horacio hacen el amor al ritmo de “Balada para un loco” una melodía compuesta por el artista Astor Piazzolla se vuelve una coreografía de danza.
“Con un poema y un trombón a desvelarte el corazón.(…)sobre el abismo de tu escote hasta sentir que enloquecí tu corazón de libertad”, recita Roberto Goyeneche. El tema musical que transforma a la pareja a una sesión visceral de sexualidad impulsiva.
Albegaria en su debut en el cine compone escenas de agitación, lleva al guión a un grado de desenfoque. El libreto no siempre es la guía, sin embargo sí la acción de los personajes es el caso de Vera la mujer, en ella se desatan los arriesgados enigmas de una diputada en aprietos por asesores políticos que arman su imagen para que se postule como alcaldesa.
El eslabón clave para el filme es la aparición de un: ¿ Héroe o ilusionista? depende la secuencia y versiones del que puede contarlo. La narración del protagonista Horacio(Pablo Echarri) un docente de letras latinoamericanas se ve en tensión cuando en un accidente automovilístico el cuerpo de éste trepamuros cae en su coche y termina con grandes lastimaduras. Aunque los medios de comunicación lo toman como un justiciero aunque no apunten a la verdad.
Tras su próxima candidatura por el hipotético acto heróico de Horacio la toman en cuenta para liderar la comunidad dejando entrever el machismo explícito dentro de un recinto minado de hombres que no la toman en cuenta. La prensa hace ver que el accidente los liberó de un malhechor que estaba en la localidad; pero solo fue una coincidencia que la expone a tomar grandes decisiones.
Un cambio de look, peinado, maquillaje, atuendos más coloridos en tonos negro, con géneros aterciopelados en gris o borgoña el tono del vino que siempre acostumbra tomar con su esposo. La propuesta de Horacio no le viene en gracia y se dan discusiones que terminan en bofetadas, insultos y golpes de portazo; la decadencia del matrimonio y sus miserias ya que a veces no hablar pero tienen que aparentar, las cámaras que lo atosigan a Horacio y perturban su intimidad.
Ellos tienen un hijo que refleja la inocencia de Horacio al primero confesarle sus nuevas preferencias eróticas que prefiere pedirle su permiso que andar con otras. El lado enternecedor cuando juega con su pequeño con huevos de chocolate, las morisquetas que ambos hacen en una video llamada con él que se encuentra de viaje con su abuela y las travesuras que se le pueden ocurrir a un chico como no hablarle a su esposa para que reconsidere su idea. El director Albergaria juega con la idea de la presencia y ausencia de este niño, ¿Está vivo o muerto?, son dejos de enigma que causa el filme.
La fotografía de Marcelo Camorino con el empleo de Key Grip o iluminista a cargo, el subtitulado porque en gran parte de la película se habla en idioma portugués. Es un encanto la fluidez con la que Echarri conversa y personifica como si residiera en ese país. Un gran labor como actor lo destacó como una de las figuras más preponderantes en el campo escénico. Y la ubicación de cámaras fijas en momentos de tristeza e incertidumbre de Horacio.
El reparto tuvo dos actores argentinos y el resto brasileños es el caso de la famosa Leticia Sabatella que estuvo gran tiempo en la programación de la televisión argentina “El Clon” como “Latiffa” prima de “Jade”, personaje estelar. Los actores argentinos : Pablo Echarri y Luciano Cáceres. Y el reparto de los personajes secundarios de: Aline Jones, Marcos Winter, Letícia Persiles, Chico Díaz, Juliana Carneiro da Cunha.

PUNTAJE: 90.