La séptima historia de Harry Potter llega a la pantalla, basada en el último libro sobre el joven mago (¿o brujo?) que escribió J. K. Rowling para esta saga que la convirtió en una de las mujeres, relacionadas al arte, más ricas del mundo.
Warner Bros cuando decidió llevar estas historias a los cines, ofreció dirigir la primera historia (“Harry Potter y la piedra filosofal”, 2001) a Steven Spilberg quien rechazó el ofrecimiento, por lo tanto las versiones cinematográficas han tenido diferentes directores hasta que las tres últimas (incluida la que se comenta) han sido dirigidas por David Yates, quien en está oportunidad pareciera no haber podido hacer uso de su imaginación al encontrarse atiborrado de material cinematográfico con una densa trama, múltiples subtramas, situaciones y resoluciones dentro de un guión profuso en detalles narrativos.
El guionista, que ha vuelto a ser Steven Kloves (director de “Los fabulosos Baker Boy”, 1989),demuestra haberse encontrado condicionado a desarrollar largamente la trama principal, casi no condensar las subtramas literarias e incluir casi en totalidad las situaciones porque, basándose en una serie de libros tan exitosos (record mundial en ventas), cada lector convertido en espectador puede señalar omisiones de pasajes que haya considerado importantes, y hay que tener presente que estos lectores se cuentan por millones.
Por lo tanto, el no poder compactar un argumento literario tan complejo que debió ser incluido en el guión casi en su totalidad provocó que la historia de “Harry Potter y las reliquias de la muerte” se haya filmado en dos partes.
La Parte I, que es la que se comenta, se estrenó el 18 de noviembre de 2010 y la Parte II se estrenará el 15 de julio de 2011.
La historia de la primera parte comienza un día antes de que Harry Potter cumpla 17 años (los chicos crecen, incluidos los niños actores) por lo tanto pierde a esa edad la protección mágica de la que gozaba en el hogar Dursley, y esa coyuntura es aprovechada por el maléfico Lord Voldemort para intentar eliminarlo como lo hiciera con los padres del joven, éste logra huir ayudado por su protector Albus Dumbledore y sus amigos entre los que encuentran el pelirrojo Ron y la bella Hermione. Pero Dumbledore es asesinado por un traidor y le dejará en herencia al trío objetos (entre ellos la espada Gryffindor) que le ayudarán a encontrar y destruir los horrocruxes (relicarios que contienen pedacitos del alma de Voldemort y lo hacen inmortal).
Harry, Ron y Hermione comenzarán la búsqueda de los horrocruxes que los llevará a diversos lugares de Gran Bretaña y los hará vivir situaciones de peligro permanente, en las que repetidamente encuentran un extraño símbolo del que finalmente sabrán el significado.
Se asiste casi todo el tiempo a efectos especiales de explosiones, apariciones, desapariciones y traslados “mágicos” (no hay que olvidar que el trío está compuesto por tres magos). Estas situaciones por momentos llegan casi al desborde.
Es destacable la minitrama de la leyenda de “La Capa de Invisibilidad” ya que, tanto la profunda historia (de tres hermanos que enfrentan a la muerte) como la técnica empleada para contarla (dibujos tinta animados), son de excelente factura.
Las actuaciones de Daniel Radcliffe como Harry Potter, Rupert Grint como Ron Weasley y Emma Watson como Hermione Granger son convencionales y nunca llegan a la composición, aunque posiblemente condicen con lo imaginado por la autora y luego de siete exitosas realizaciones cinematográficas han instalado la imagen del personaje en la mente del espectador. Sobresale la labor de Ralph Fiennes como Lord Voldemort como ya lo hiciera en las versiones anteriores, y se destacan los actores gemelos James y Oliver Phelps como Fred y George Weasley con buenos recursos de técnica actoral evitan el “efecto espejo” que suele darse en hermanos actores.
Los fans de Harry Potter, encontrarán lo que buscan en esta Parte I y la disfrutarán aunque como buenos seguidores del joven mago, seguramente ya conocen el final de la Parte II con la que concluye el libro y, según la escritora, la saga.