La primera parte de la última entrega de la franquicia no escapa a las mismas falencias y virtudes que sus antecesoras, dejando varias aristas sin resolver que quizá encuentren mejor suerte en la que será la última película sobre el mago, quien en esta ocasión transitará en su fase de oscuridad más temible con la premisa del sacrificio delante, un futuro cargado de responsabilidades y dolor, pero también con una fuerte carga emocional a cuestas (es justo reconocer un mejor desempeño actoral del protagonista) y la incertidumbre de un final abierto y tal vez nada feliz…