Hace rato aprendí a ver estas películas como una propuesta pochoclera más, que presenta en un universo alternativo una excelente saga literaria de fantasía que creó J.K Rawling.
Debo reconocer que la saga cinematográfica mejoró muchísimo con la incorporación del director David Yates y claramente era el hombre indicado para concluir la serie.
Comprendo también que los fanáticos fundamentalistas, que organizan marchas impresentables por las calles de la ciudad y creen que Ursula K. Le Guin y Philip Pullman son diseñadores de moda, se vuelvan loco con esto, pero en lo personal me cuesta vivir los filmes con esa intensidad por la sencilla razón que en la pantalla grande Harry Potter es otra cosa.
En términos generales la entrega final es una gran producción, que pese a no ser perfecta, concluye de manera satisfactoria esta historia en el cine.
Como propuesta pochoclera es un excelente producto que sobresale por los efectos especiales y el tratamiento épico que le dieron a esta entrega.
La narración de David Yates es bastante loca.
Después de brindar una primera parte exageradamente larga, con varias escenas que tranquilamente se podían haber evitado, la conclusión tiene un ritmo totalmente distinto al tal punto que su dirección parece acelerada como si Yates intentara trabajar la mayor cantidad de cosas en el menor tiempo posible.
De todas maneras se las ingenió para brindar muy buenos momentos que son visualmente impresionantes, como el escape de Gringotts y la batalla final.
Esta secuencia es bastante caótica, aunque en este caso creo que fue un enfoque pensado por el director.
A diferencia de Transformers 2, donde las peleas de los robots, eran confusas por una falencia en los efectos especiales, en este film me parece que David Yates buscó sumergir al espectador en el caos de una batalla como si estuviera haciendo un film bélico y el resultado es excelente porque consiguió ese objetivo.
Lo único que le pudo objetar a este film es la manera en que manejaron ciertos momentos emocionales, relacionado con el destino de algunos personajes, que me parece podrían haber tenido más peso y espacio en la narración. Por lo que representaban esos personajes creo que se lo merecían.
Como fan de la literatura fantástica lo que hicieron con Fred Wesley directamente me pareció un insulto. Sobre todo cuando el director le dedicó tiempo a otras situaciones en la primera parte que se podían haber evitado.
En general el cierre de este film parece hecho a las apuradas.
Estas cosas generan que las películas de Harry Potter sean una recreación superficial de lo que fue una gran serie literaria.
Al margen de estos detalles, la entrega final de Potter es una muy buena película pochoclera que se disfruta a pleno y concluye de manera digna esta saga.