Infierno a domicilio.
Ni Marvel ni DC, Dark Horse es una editorial que ha brindado grandes historias a lo largo de los años: Star Wars, La máscara y por supuesto Hellboy. Diferenciándose por amplitud en el tono de sus historias, Hellboy llegó como un respiro al genero sobrexplotado de los superhéroes.
Hay que evaluarlo de esa manera ya que el filme si se lo compara con las dos versiones de Del Toro sale perdiendo, y no me refiero a la producción, ya que esta nueva versión es de menor presupuesto, sino a la hibridación que no la favoreció.
Como mencioné antes, Dark Horse siempre se diferenció de sus competidoras por utilizar un tono oscuro y adulto; y si bien por momentos vi al Hellboy de Mignola, por otros me pareció ver muchos chistes forzados, al mejor/peor estilo Marvel, lo cual conspira contra el nivel general del filme.
Tal vez si hubiese habido una Hellboy 3 el saldo hubiese sido diferente pero no dejaba de pensar en ello, algo similar con el Spider-Man entre Andrew Garfield y Tom Holland (en este caso con mejores resultados).
Dejando de lado ese prejuicio puedo decir que las escenas están correctas, aunque el CGI en varios filmes recientes me está fallando y acá no es la excepción, aunque tampoco es que puede afectar la película de forma abrupta.
David Harbour está bien como Hellboy y apenas le reprocho que de vez en cuando tire chistes fuera de lugar. Por otro lado, sería injusto compararlo con el de Ron Pearlman porque ofrece una versión diferente. Reconozco que me gustaría verlo crecer más a través de secuelas para poder hacer una evaluación justa y necesaria; mientras tanto puedo decir que me dejó satisfecho.
Los demás personajes no me llamaron la atención en demasía y quedé más dolido con Milla Jovovich a la que noté totalmente desaprovechada.
Más allá de las fallas hay que ver cómo evoluciona el filme, si responde o no en la taquilla, para saber si se hace o no una secuela que en sí tendría mucho por corregir.