Había una vez un mexicano que quiso hacer una trilogía sobre un demonio nacido en las profundidades de los comics, pero el noble director sólo llegó a la segunda parte. El 11 de este mes, y 11 años después un inglés, acostumbrado al género de terror, resucitó a la criatura en la pantalla grande para comenzar de nuevo. Es así como nació “Hellboy”.
Esta vez el demonio investigador (David Harbour) es llamado a la campiña inglesa para luchar contra un trío de gigantes. Allí descubre a La Reina Sangrienta, Nimue (Milla Jovovich), una antigua hechicera resucitada, sedienta de venganza por una traición pasada. Atrapado en un dilema entre su naturaleza demoníaca y su adopción humana, Hellboy está ahora empeñado en detener a Nimue de provocar el fin del mundo.
Cuando aquellos que opinamos de cine asumamos que no existe la objetividad, ni la verdad absoluta en materia de crítica, y que estamos cargados de gustos, opiniones y preconceptos el mundo será un lugar mejor.
Hoy me siento en la necesidad de contextualizar un poco antes de arrojar mí opinión: en primer lugar, no había visto nada previo del director y me pareció interesante ir sin saber bien qué encontrarme. En segundo lugar, aunque trato de no consumir mucho trailer justamente para ir sin demasiados preconceptos, debo decir que lo que había visto no me llamaba demasiado la atención. Sin embargo, me encontré con un film que me mantuvo bien entretenido.
Hollywood encontró oro en el rubro superhéroes y no para de explotarlo, siendo pocas las películas que no son más de lo mismo. Aquí, en cambio, hay una mezcolanza de cosas entre el humor, la violencia y la crudeza. Coquetea con el cine de terror por momentos (sobre todo en la creación de criaturas) y hasta tiene algo del animé de Miyazaki (ya verán a qué me refiero) que le dan un toque de rareza y diferencia, y esto para mí es un enorme valor. También, y para el deleite de los fans, podrán ver que está muy basada en los cómics de Mignola (con escenas y situaciones tomadas fielmente del papel).
La mixtura también está presente en su elenco. David Harbour sale de la pantalla chica para aportar un humor y una impronta muy propias. Y es raro pero bello encontrarse a la fresca Sasha Lane (“American Honey”) como sidekick metida en este mega blockbuster.
Pero por más optimista y controversial que me guste ser hay que reconocer que el film podría subir en algunos aspectos como por ejemplo su villana. Lamentablemente no veremos brillar demasiado a Milla Jovovich porque el film plantea a una hechicera lineal, clichosa y carente de matices.
De todos modos creo que la película es entretenida, es escabrosa, es sangrienta, es mal hablada, es divertida y visualmente interesante. Y merece la pena ser vista sobre todo por aquellos adeptos a los cómics.
Contiene 2 escenas post créditos que siguen construyendo la mitología de esta nueva versión lo que nos da a entender que hay intenciones de tener Hellboy para rato.
Por Matías Asenjo