Tomando la premisa del clásico EL BEBE DE ROSEMARY y la estética de las películas hogareñas, la cinta resulta una novedosa e inquietante forma de presentar la llegada del anticristo. La estética de falso documental, aquí funciona por la naturalidad de los protagonistas y por la puesta en escena, que busca la sorpresa y el impacto en los momentos menos esperados.
Probablemente no se transforme en un clásico como la película de Polanski pero funciona, asusta y entretiene.