El bebé de Rosemary era mejor
Nada podria ser más terrorífico que la idea de caer desprevenido en una reunión de amigos que termina con los anfitriones obligando a los invitados a presenciar el metraje completo de los videos caseros de sus vacaciones. O, mucho peor aun, el video completo sin editar de todo lo referente a una boda, luna de miel y dulce espera de los recién casados (que en este caso, obviamente no es tan dulce, dado lo que sugiere el título).
Esta terrorífica perspectiva es lo que les espera a quien se atreva a ver este espeluznante producto, que en su esfuerzo por simular los típicos videos hogareños de recién casados y futuros padres primerizos se pasa de rosca hasta lograr que las intermitentes escenas de horror sean un verdadero alivio en medio de todo lo demás. Lo que queda claro es que hay que desconfiar de los taxistas que inviten a parejas de turistas a acontecimientos "autenticos" que, como además son gratuitos, resultan irresistibles.
Las escenas de la luna de miel en Santo Domingo daban para mucho más, sobre todo el pintoresco y fatidico ritual en cuestión, pero por supuesto el estilo de documental apócrifo generalmente sabotea tanto el potencial narrativo como visual de cualquier historia medianamente interesante, aun si no fuera demasiado original.
Hay que esperar un buen rato para que las cosas se pongan realmente dignas de un film de terror, con dos o tres momentos fuertes, incluyendo una única escena con algo más o menos nuevo que ofrecer el equipo de directores hizo cosas parecidas en el contexto de los cortos de la saga de las "Crónicas del miedo", redituable franquicia pensada a partir del bajo costo que implica este tipo de producciones centradas en este mismo estilo.
Hay que avisar que algunas situaciones de este film pueden resultar perturbadoras para los espectadores sensibles, especialmente aquellos que recuerden cierta obra maestra de Roman Polanski.