El golpe al patriarcado de Emerald Fennell
Carey Mulligan protagoniza una de las películas más originales de la temporada: un thriller de venganza con un oscuro sentido del humor y en clave #MeToo.
Sarcástica, provocativa y sorprendente. Esas tres palabras adornan este auspicioso debut de Emerald Fennell. La joven actriz escribe y dirige su opera prima con una audacia irreprochable. No esperemos ver algo convencional. Hermosa venganza (Promising Young Woman, 2020) se arriesga (a veces exagerando) para hacernos pasar un incómodo pero entretenido momento. Abran paso a una película inclasificable, la cual generará tantos amantes como detractores a la vez.
El film plantea, a través de una pequeña e introductoria escena, el propósito de lo que vamos a transitar. Una muchacha sola y ebria se encuentra en un bar y es abordada por un hombre que se la lleva a su casa. Un hecho indignante que nos provoca y hace que, de manera inmediata, tomemos partido. El asombro por la conclusión de esos primeros diez minutos pregona un grito de victoria y venganza. Sentirnos bien con un personaje que hace “justicia por mano propia” genera un cúmulo de contradicciones morales que nada de lo que pase en la película nos resultará intrascendente.
Capaz de poseer una frialdad espasmódica, el guion de Fennell es brillante. Sus cambios de clima convergen una fisonomía extraña y cruel, características que harán acomodarnos varias veces en nuestros asientos. Sus vueltas de tuerca son impactantes y, como un GPS a través de un sendero incorrecto, quedaremos recalculando por varios segundos.
La poderosa interpretación de Carey Mulligan le da vida y calidez a una historia que, a priori, podría haber pecado de extrema insensibilidad. La actriz de Blue Valentine (2010) brinda una actuación movilizante, capaz de abordar varios registros y emociones. Para un film que no se puede encasillar se necesitaba a una actriz difícil de catalogar. Dicho esto, su actuación resulta otra de las sorpresas. A partir de ahora, la británica juega en las grandes ligas y demuestra que es una firme candidata para quedarse con su primer premio Oscar.
Abordando de una manera poco antes vista un tema tan delicado como el tratamiento cultural del abuso, la violencia y el machismo, Hermosa venganza es de esas películas que se disfrutan más si leemos poco y nada de qué va. El acierto es el efecto que causa mientras la vemos, algo que pudiera resultarnos contradictorio al finalizarla. La mezcla de sensaciones y la ironía despiada conjugan un vehículo beligerante hacia un sistema patriarcal que debe exterminarse.