Las películas de venganza van camino a convertirse en una especie de sub-género dentro del mundo cinematográfico, si es que ya no pueden considerarse como tal. Hay también una microcategoría dentro de estas, que son las focalizadas en personajes femeninos, por lo general víctimas de la opresión de una sociedad constituida en base a prácticas machistas. Hace meses hablamos de "A Good Woman Is Hard to Find" protagonizada por una destacada Sarah Bolger y hoy toca el turno de hacer lo propio con "Promising Young Woman" interpretada por la brillante Carey Mulligan.
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Emerald Fennell debuta en la dirección y lo hace de forma solvente, apoyándose mucho en un guión que ella misma escribió y que demuestra lo hábil que es en esa área artística (suya es Killing Eve T2). Resultará clave entonces, la forma en que este guión logra articularse con la protagonista del film, la impactante Cassie, quien llevará sobre sus hombros la mayoría de las escenas.
Cassie funciona como víctima y victimaria, anclada a un pasado trágico del que jamás pudo recuperarse. Un pasado donde la violencia de género, legitimada por una sociedad cómplice, ha roto sus sueños y los de su mejor amiga. Tras 7 años de angustia, la protagonista enarbola su pequeña lucha, una especie de venganza proto-psicológica de la que ella misma sale cada vez más herida. Amores, recuerdos, amistad y sobre todo mucho silencio ante una realidad que solo parece haber cambiado en la superficie.
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Fennell consigue sacar adelante una película compleja y se maneja correctamente entre la fantasía y el feminismo pop, aunque hay que remarcar cierta irregularidad en el ecuador del film. Instancia donde la historia se vuelve excesivamente errante y algunas escenas parecen desalineadas.
Pero es hacia el final donde nadie podrá criticar a la directora de falta de audacia. Ir por todo tiene sus riesgos, pero en este caso, sin dudas ha valido la pena tomarlos.