Cassie (Carey Mulligan) tenía un “futuro”, al menos para los mandatos patriarcales de una sociedad que exige sacrificios. Pero cuando un hecho traumático de su adolescencia, marca a fuego su futuro, un plan de venganza comienza. Una película que abre polémica y que, con originalidad y un trabajo increíble de la protagonista, se afirma como una de las grandes candidatas en la temporada de premiación.