Mucho ruido y color pero pocas nueces
La entrega de los Oscars está a la vuelta de la esquina.
La entrega de los Oscars está a la vuelta de la esquina y el desembarco de las películas que competirán por el dorado galardón ya están dando que hablar. Una de ellas es la ópera prima de Emerald Fennell, quien escribe y dirige, Promising Young Woman, o Hermosa Venganza. La cinta nos presenta a Cassandra (Carey Mulligan) una joven de unos treinta y tantos que frecuenta salir a bares y emborracharse hasta no poder controlar su cuerpo, lo que provoca que muchos hombres intenten aprovecharse de ella. O por lo menos eso es lo que Cassie quiere hacer creer, hasta que ella lo decida y dichos hombres empiecen a pasarla realmente, y merecidamente, mal. Ahora bien, la lucha de Cassie se tornará un poco más macabra y compleja cuando personas de su pasado reaparecen poniendo a flor de piel los sentimientos y recuerdos que la motivaron a encabezar esta cruzada contra los hombres que se lo merecen.
Esta película es desafiante. Todo el subtexto está claro desde un primer momento y no hay ni falsas lecturas que puedan hacerse y mucho menos otras interpretaciones de lo que propone la cinta. Ahora bien, los caminos tomados para reflejarla en la pantalla no son lo mejores. Entre los diferentes cambios de género que abarca el film por momentos muy marcados, los niveles de tensión varían de manera muy pronunciada y lo que por momentos parece una crítica social muy fuerte quedan rematados con chistes o situaciones que pueden ser graciosas y se produce un sin sabor bastante particular. Eso es algo que se repite a lo largo de las dos horas de duración de la película, pero a pesar de eso nunca se torna aburrida, siempre está pasando algo y es muy llevadera.
La principal falla de la película o aquello que puede hacer que se dividan las aguas en cuanto a la recepción, tiene que ver con la literalidad de los temas que se tratan. Por momentos los diálogos son cuasi de propaganda, establecidos por una agenda política que es algo que hay que escuchar sin ningún tipo de dudas, pero que a la hora de trasladarlo a la ficción ese exceso puede ser un tanto sofocante y anti-climático. Sobre todo en los diálogos finales para cambiar de una escena a otra. Sobre todo porque constantemente se tratan temas que podrían desembocar en que la película se torne de género de verdad, pero todo queda en el vamos para quedar bien con todos. Eso es sin dudas lo más “flojo” que presenta la película.
Después a la hora de ver y analizar otros aspectos técnicos y estilísticos hay que decir que es un trabajo curioso en donde se ven diferentes manera de encuadrar la cámara y se combinan formas de dirección a tal punto que por momentos parecería ser una película de Wes Anderson, en donde abunda el trípode y la centralización del plano y luego cambia radicalmente a escenarios más abiertos y “naturales” y es todo más dinámico. La música es otro gran acierto ya que hay un repertorio musical con todos hitazos, algunos remasterizados y re versionados pero no por eso peores. Y sin dudas un punto que sobresale son las actuaciones, sobre todo por Carey Mulligan que se roba la película porque, no sólo está en escena permanentemente, sino que puede reflejar a la perfección lo que el guion promete y falla torpemente. Por cierto, está más que bien acompañada ya que con ella se destacan los trabajos de Bo Burnham y Alison Brie.
En pocas palabras Promising Young Woman es una película desafiante pero torpe, que podría pisar más fuerte si se decidiera a jugar fuerte de verdad y abocarse al género y no fluctuar tanto entre ellos. El exceso de literalidad repetido en sus diálogos le quita impronta y por momentos se banaliza el tema sensible que se trata, casi como atentando contra su propio subtexto.