Es imposible hablar de Hermosas criaturas sin antes pasar por la Saga Crepúsculo porque es la comparación obligada.
Muchos dirán que las historias son iguales pero que en lugar de vampiros y hombres lobo aquí hay brujas, y la verdad es que estarán en lo cierto.
Esta adaptación del libro homónimo es otro intento de captar el nicho adolescente que formó un gran marcado con las diferentes sagas literarias de amor mezcladas con lo sobrenatural.
Sin embargo, esta nueva propuesta no va a causar ni por asomo lo que las películas protagonizadas por Robert Pattinson lograron y no porque estas hayan sido geniales sino porque los productores supieron explotar mucho mejor a los actores a pesar de sus pésimas actuaciones.
El principal problema de Hermosas Criaturas es el dúo protagónico. Entre Alden Ehrenreich, quien interpreta al humano Ethan Wate, y Alice Englert, quien interpreta a la bruja (llamadas Casters) Lena Duchannes, no hay química alguna y ese error es gravísimo y fundamental para vender el film y el futuro de la franquicia.
En cuanto al resto del elenco no hay nada para destacar, Jeremy Iron, Emma Thompson, Viola Davis y Emmy Rossum cumplen. Tal vez sea la última mencionada la que tiene mejores momentos gracias a su sensual papel.
Asimismo, el director Richard LaGravense hizo un buen trabajo con esta apuesta. Técnicamente el film es muy correcto y los efectos son decentes, lo mismo sucede con la historia (los que hayan leído la novela podrán decir que tan fiel es) con la particularidad que se explotó muy bien el tema la población sureña de Estados Unidos, incluso con buenos gags humorísticos.
Lo principal que hay que tener en cuenta antes de ir a ver esta cinta es que es una película para adolescentes, para los mismos que disfrutaron la Saga Crepúsculo así que no se le puede pedir mucho y hay que juzgarla dentro de esos parámetros.
Las chicas que se prendan con estas historias la pasarán bien y sus novios se quejarán, lo mismo sucederá con la próxima, si es que la hay.