Otro Crepúsculo cinematográfico
Hermosas criaturas es otra de amores nunca concretados entre chica y chico a causa de imposibilidades naturales. En este caso, se trata de Ethan Wate (Alden Ehrenreich), un adolescente que aspira a cortar con su vida pueblerina hasta que conoce a la misteriosa Lena Duchannes (la neozelandesa Alice Englert). Pero resulta que ella es una bruja y dentro de algunos meses deberá definir si ladea para el bien o el mal. Entre ellos estarán, además, la familia de ella y una comunidad apegada a la moral ultra conservadora que tanto parece gustarle a los jóvenes desde el boom Crepúsculo.
Todo lo anterior daba para tomárselo poco en serio, pero el film de Richard LaGravenese, basado en el popular libro homónimo de Kami García y Margaret Stohl, viene rotulado como heredero de la saga creada por la mormona Stephenie Meyer, así que era de prever que no lo hiciera. En ese sentido, Hermosas criaturas cumple con lo prometido, pero en el peor de los sentidos: aburrida, densa, espesa hasta el hartazgo y siempre dispuesta a no pasarme jamás de la raya. Por allí también andan Jeremy Irons y Emma Thompson jugando a ser hermanos fantasmagóricos, los únicos que parecen no tomarse en serio un asunto que, claro está, no lo ameritaba.