Cuanto más conozco a la gente, más quiero a mi alien
Estamos ante una historia de aventuras clásica, sin nada demasiado innovador en su guión; es de esas historias que simplemente apuntan a entretener a los chicos, sin guiños hacia los padres, y con una estética prolija, sólida y atractiva.
Los hermanos Supernova viven en el planeta Baab, y forman un gran equipo; Scorch es un heroico viajero espacial, carismático, e ídolo de multitudes, conocido por todas sus hazañas y rescates espaciales. Mientras que su hermano Gary, un brillante y tímido ingeniero, incapaz de correr riesgos, es el cerebro que monitorea todas sus misiones, y se ocupa de que todo salga bien, a pesar de que su hermano a veces sea torpe, y no escuche sus consejos.
Luego de una discusión, los hermanos se separan y juran no volver a trabajar juntos. Pero Scorch desaparece luego de ser enviado a una misión al planeta oscuro, se pierde todo contacto con él, y es entonces cuando su hermano Gary decide ir a rescatarlo.
El planeta oscuro es nada menos que la Tierra, y a pesar de que Scorch ha vivido toda clase de aventuras, nada se compara a lo que tendrán que enfrentar los protagonistas en este planeta.
Los hermanos son capturados dentro de la NASA, en un sector donde se encuentran todos los extraterrestres que han sido atrapados, una especie de cárcel alienígena, que es por lejos lo mejor de la película, donde se encuentran los personajes más interesantes y graciosos de la historia.
A partir de la llegada de los hermanos Supernova, todos los alienígenas encarcelados deciden enfrentarse al malvado jefe de la NASA que los tiene dominados, y que además roba sus ideas, y deben enfrentarse a una conspiración interplanetaria.
Mas allá de ser muy dinámica, tener bastante humor, y ser básicamente una historia de aventuras; la película apunta a la clásica historia con moraleja y final feliz, donde la amistad y la familia son más importantes que el éxito y la fama.