Un día una señora (Ana Katz) se sube al taxi con su hijo y se olvida allí su billetera. A partir de ese momento esta mujer y el taxista quedan unidos como dos almas gemelas. A medida que pasan los días se van uniendo con la excusa del chico que juega al fútbol. Ante la falta de la figura paterna los tres armaran un tierno vínculo, gracioso, él alentara a este preadolescente que siga practicando fútbol con la promesa de llevarlo a jugar en un club importante en este caso el Club Atlético San Lorenzo de Almagro. El personaje que compone Carlos Portaluppi (el actor es hincha de River) es muy fanático de ese club, fue jugador pero algo paso en su vida que lo dejo fuera de la cancha, por momentos algo malhumorado, no tiene familia, trabaja y sus ratos de felicidad son disfrutando de su pasión por la pelota. Ella está sola con su hijo, trabaja mucho, una busca vida y tiene esperanza de encontrar el amor. Los tres (Katz, Portaluppi y Greco) se complementan muy bien, tienen mucha química y se destacan sus actuaciones, resulta entretenida y es una efectiva tragicomedia. El fútbol es una excusa, pero si tenes amor hacia este deporte, conoces del mismo, sus canciones, el folclore, su mística, te emociona y la vas a disfrutar mas.