Hipersomnia: El Camino De Los Sueños.
Una agradable sorpresa de género de la mano del director Gabriel Grieco, que trae un poco de aire fresco a la cartelera porteña.
Hace dos años Grieco nos sorprendía con “Naturaleza Muerta”, un film de género bien narrado que nos hacía recordar a aquellas películas de terror, slashers de los ’70 como “La Masacre de Texas”.
Esta vez nos vuelve a sorprender con un relato que incursiona nuevamente en el cine de terror, pero con una mirada más seria y profunda. La película nos trae a Milena, una actriz principiante que ambiciona con conseguir el papel protagónico en una obra de teatro. El director la presiona para que se meta de lleno en el personaje y esto la lleva a conectarse con un lugar siniestro. Sin notarlo en un primer momento, cada vez que lee una escena específica de la obra pareciera transportarse a una casa donde está prisionera junto con otras chicas. Allí parece tener un pasado, un presente y un futuro incierto. Como la obra que está ensayando aborda el tema de la prostitución, Milena lo atribuye al stress y al estar trabajando en la obra sobre esa temática. Pero las idas y vueltas se van repitiendo y la vida “del otro lado” parece ser muy real. Lo que en un primer momento se cree que es un trastorno del sueño, lentamente se irá convirtiendo en una verdad oculta que Milena no tendrá otra opción que enfrentar.
Yamila Saud toma el rol principal de “Hipersomnia”, que cuenta con un amplio elenco donde se destaca Peter Lanzani, visto previamente en la exitosa El Clan (con este film queda claro que Lanzani tiene un futuro prometedor). El reparto se completa con Gerardo Romano, Jimena Barón, Vanesa González, Candela Vetrano, Florencia Torrente, Sofía Gala, Nazareno Casero y Fabiana Cantilo.
Es una película de género con un fuerte magnetismo visual. El clima de tensión constante genera misterio y continuo extrañamiento, haciendo que el film nos brinde una grata experiencia. Cabe destacar que los temas de fondo que toca, como la trata de blancas y la esclavitud sexual, impactan en el espectador mediante algunas escenas fuertes, para hacerlo reflexionar sobre el tema.
Con un desarrollo técnico impecable, una fotografía cuidada y ciertas atmósferas que nos recuerdan un poco a Suspiria (1977) de Dario Argento o algunos films de David Lynch como Mullholand Drive (2001), el espectador es llevado por un relato lleno de intriga, misterio y algunas vueltas de tuerca ingeniosas.
En resumen, “Hipersomnia” es una de esas películas que llegan con un perfil bajo, pero resultan ser una gran propuesta para los espectadores. Y se reafirma el hecho de que se puede hacer buen cine de género en la Argentina.