En 1987, Karin Eitel aparece torturada a través de la televisión pública. Este caso inspira a mi madre a llamarme como ella. En 1996, conocí a sus padres, quienes me tomaron una foto para llevársela. Este documental va en búsqueda de esa foto, y en ese trayecto quiere develar una memoria común en la que los recuerdos y olvidos se conjugan para hacer prevalecer una lectura propia sobre el pasado.