Los paranoicos
La ópera prima de Naishtat resulta toda una rareza y una audacia, de esas que sacuden al circuito de festivales (estuvo en las competencias oficiales de Berlín y el BAFICI y obtuvo premios en Jeonju y San Francisco). Es que -salvo en una larga escena no del todo lograda y demasiado explícita que aparece bastante cerca del final- este director formado en la FUC y autor de los cortos El juego (2010) e Historia del mal (2011) prescinde casi por completo de diálogos y apuesta, en cambio, por la construcción de climas perturbadores, de atmósferas ominosas para describir el estado de temor, de violencia latente (y no tan latente), de psicosis colectiva, de escisión (fractura) social y de diferencias de clase en la Argentina de hoy.
Lo hace sin caer en la bajada de línea y -lo que es aún más interesante- apelando a elementos propios del cine de género (el thriller psicológico y el terror). Una búsqueda que -como él mismo indicó- bebe del cine de John Carpenter, pero también del de Lucrecia Martel (se podrían buscar paralelismos también con Caché/Escondido, de Michael Haneke; o con La zona, de Rodrigo Pla).
Un helicóptero que sobrevuela el Gran Buenos Aires (en la impactante escena de apertura), el sonido de una alarma que tarda demasiado en apagarse dentro de un country, la aparición de gente “indeseable” en lugares públicos custodiados por seguridad privada o los crecientes cortos de luz en medio de un verano insoportable (premonitoria intuición del realizador) son algunas de las situaciones elegidas por Naishtat para construir tensión en este film de estructura coral que apuesta por un tono paranoico y un look apocalíptico.
La veta experimental (las viñetas, en principio, parecen no confluir a un destino común) y el trabajo con los no-actores son otras apuestas arriesgadas de un film que no es todo lo sólido y riguroso que debía (en la segunda mitad hace algunas concesiones), pero que no deja de ser una muy valiosa carta de presentación para un director de indudable talento y múltiples ideas como Naishtat.