Cuando el miedo se muerde la cola
Historia del miedo (2014) -la ópera prima de Benjamin Naishtat que en febrero pasado compitió en el Festival de Berlín-, muestra el desequilibrio de la vida social en un barrio privado bonaerense. Con un clima peligroso en donde siempre algo parece a punto de estallar, la película narra las paranoias de la clase media nacional que vive encerrada en sí misma.
En medio de un verano sofocante, el clima en un barrio cerrado en las afueras de la ciudad empieza a volverse perturbador: cortes de luz intermitentes, alarmas que se disparan solas, rejas agujereadas, quemas de basura y la aparente caída de un meteorito son parte de un escenario que se vuelve cada vez más inquietante. Historia del miedo es una película atrapante y perturbadora que se sostiene sobre un relato que insiste sobre el temor de lo inexplicable y llega a resultar asfixiante.
La película, que por momentos parece carecer de sentido lógico, construye a través de las acciones y del silencio de los protagonistas la sensación de un final inevitable en el que una especie de paradoja hace que los espectadores se descubran en sus propios prejuicios. Capa sobre capa, Benjamin Naishtat construye una percepción posible de lo real para develar, justamente, cómo la realidad es en verdad pura interpretación y experiencia subjetiva.
Con elementos del terror y del thriller psicológico, la banda sonora de Fernando Ribero es uno de los elementos técnicos que más colabora en la creación de la atmósfera “de miedo” sobre la que se suspende la narración. Junto con una imagen enrarecida que prefiere una “cámara quieta” y acciones desconcertantes o inacabadas, el uso de motivos de género es clave para generar el efecto terrorífico.
Se destaca la naturalidad y la sutileza en la actuación de Mirella Pascual y el magnetismo del debutante y no-actor Jonathan Da Rosa.