Después de varias ediciones un poco erráticas o demasiado irregulares en su nivel general, Historias Breves 17 recupera un nivel que, aunque no alcance al de sus primeros y ya míticos años (de allí surgieron, entre otros, Lucrecia Martel, Daniel Burman, Adrián Caetano y Andrés Muschietti), sí muestra una saludable renovación de temáticas, estéticas, enfoques y modos de producción. Por ejemplo, la violencia de la década de 1970 se retrata de manera inteligente en Hay Coca, de Jose Issa, con Roly Serrano llevando un bolso cuyo contenido desconoce en plena Puna (el film desemboca en un emotivo homenaje a la recientemente muerta Isabel Sarli y a Armando Bo); y Noche de novias, de Santiago Larre y Gustavo Cornaglia.
El humor negro aparece en Una noche solos, querible retrato de Martín Turnes sobre las desventuras de un matrimonio en crisis (Diego Velázquez y Analía Couceyro) que deja a su hijo de cuatro años con la abuela e intenta aprovechar una promoción en un hotel alojamiento.
También se lucen La medallita, de Martín Aletta, trágica historia de un virtuoso boxeador y poeta de los años 30 que combina blanco y negro, estética del expresionismo alemán, intertítulos propios del cine mudo e ínfulas gardelianas; y El agua, otro corto con elementos fantásticos en el que Andrea Dargenio imagina un mundo sin agua (impactantes las imágenes de una nadadora saltando de un alto trampolín a una piscina vacía y de mares convertidos en desiertos) con resultados tragicómicos y, claro, muy inquietantes.