Milagros inesperados
Ví Historias cruzadas hace varios meses y recuerdo haber twitteado a la salida de la proyección que era de esas películas que tenían todos los elementos para incomodarme e incluso para disgustarme mucho, pero que -sin embargo- me había convencido bastante.
Un tweet -se sabe- tiene apenas 140 caracteres así que trataré de explicarme más y mejor. The Help (ese es el título original de esta gran sorpresa comercial de 2011 en el mercado norteamericano) podría haber sido uno de esos telefilms a-lo-Hallmark dominado por temas "importantes", regado por frases ampulosas, constantes bajadas de línea, excesos sentimentales y alegorías varias. Y, si bien está varias veces al borde de caer en ese y otro tipo de excesos, tiene el buen gusto de no clavar jamás el cuchillo en la herida. Y, al final de cuentas, emociona con recursos nobles. Lo que se dice, todo un milagro.
El film narra la epopeya de una joven aspirante a periodista/escritora (ese diamante interpretativo que es Emma Stone) que se interesa por las historias de vida de varias empleadas domésticas negras y decide trasladarlas a un libro en medio del movimiento por los derechos civiles de los años '60 (aparece, claro, un discurso de Martin Luther King).
El guionista y director Tate Taylor (que llegaba sin antecedentes remarcables) consigue actuaciones notables en los papeles de las sirvientas negras (como las de Viola Davis u Octavia Spencer) y secundarios muy logrados por parte de Bryce Dallas Howard, Jessica Chastain, Allison Janney y Sissy Spacek.
Este fresco de época, este retrato épico y coral de un tiempo y un lugar, oda feminista en momentos de machismo y racismo, colorido muestrario de usos y costumbres, se tropieza con algún que otro subrayado políticamente correcto, con ciertos pasajes demagógicos o concesivos, pero hay que reconocer que la cosa se sigue con interés durante buena parte de sus llevaderos 146 minutos.
Si el año pasado "la" película de reivindicación afroamericana fue la intragable Preciosa/Precious, los leves desniveles o abusos de Historias cruzadas resultan insignificantes. Estamos ante una verdadera rareza, una grata sorpresa. Bienvenida sea.