Cuando el que cuenta es denunciante y denunciado.
The Help (título original de la película) es un libro de la autora Kathryn Stockett, una americana blanca nacida y criada en Jackson, Mississippi. Un best seller en Estados Unidos que cuenta la historia de los criados y sirvientes negros de su pueblo en la década del 60, en épocas duras donde la discriminación era aún muy fuerte.
Skeeter (Emma Stone) será la protagonista, una joven recién graduada universitaria que desea convertirse en escritora que al regresar a su hogar, se encontrará ante la disyuntiva de buscar el amor y casarse, como lo han hecho todas sus amigas; o luchar por su sueño de escribir más allá de la posibilidad que tiene en el diario local en una columna sobre soluciones o consejos domésticos. Criada por Constantine, su empleada negra, Skeeter aprendió a no tener desigualdades entre los seres humanos, además de considerar a Constantine como una de las personas más importantes de su vida. Lo cierto es que su madre está enferma y le niega información sobre el paradero sobre ella.
Para lograr cumplir con su columna, le pide a su amiga la ayuda de Aibeileen (Viola Davis), su empleada negra, quien actualmente cría a una niña rubia de ojos claros que la quiere como si fuera una madre. Aibeileen perdió a su hijo y ya nada le importa. Minny es su mejor amiga, alguien de carácter que cocina como los dioses y que tendrá una nueva jefa muy distintas de las personas que viven en Jackson.
Ahogadas en su propio tiempo y espacio, estas mujeres están dispuestas a dejar todo para que sus historias y voces tomen vida, de la mano de Skeeter. Quién cansada de los maltratos que sufren las criadas negras, las organiza para que Aibelieen y Minny cuenten junto a otras amigas, las penas de ser discriminadas para ir al mismo baño pero no para criar a sus hijos, mientras sus madres juegan al bridge.
Lo cierto es que películas que cuentan como la raza negra ha sido discriminada, maltratada y asesinada en Estados Unidos a la largo de su historia hay muchas y algunas son más fuertes que Historias Cruzadas (por cierto, estos títulos al español son tan malos). Lo que caracteriza este filme es el fuerte de las interpretaciones, Viola Davis en el papel de Aibeleen (después de La Duda nadie puedo dudar más de su capacidad actoral, válga la redundancia), Octavia Spencer como Minn, Jessica Chastain como Celia Foote (brillante como pocas, también la vemos en El Árbol de la Vida en un papel muy bello) y Bryce Dallas Howard como Holly Holbrook; y la narración llevada en un tempo justo, donde a pesar de su duración y el mix de historias a relatar, su director y guionista Tate Taylor logra atrapar al espectador. Dos puntos sobresalientes para una película que trata un tema tan extremadamente sensible y dramático, con muchos toques de comedia que probablemente ya estén impresos en la obra original de Stockett. Una candidata en potencia para los premios Oscars, que ya cuenta con cinco nominaciones a los Golden Globe, entre ellas como mejor película dramática.
Más allá de la cuestión plenamente cinematográfica está la cuestión no menor de que siempre este tipo de filmes son historias contadas por personas blancas. Si bien la narración está puesta en voz y solo en voz, y en off a Aibeleen, el centro original parte de la visión de una americana sea su autora, o sea Emma Stone en el filme. Una buena historia sobre cómo son tratados los negros le permite seguir ascendiendo en la escala y lograr su éxito profesional. Y más allá de algunas manifestaciones puntuales en boca de los personajes, las escenas necesarias para sentir que la protagonista está con ellas 100% queda reducidas a menos de la mitad y es ahí donde Historias Cruzadas me deja un sabor amargo. ¿el cambio social o el cambio afectivo personal para sanar culpas?