Historias de Miedo para Contar en la Oscuridad: Sustos de nostalgia.
Guillermo del Toro es quien respalda esta hermosa, pequeña y simple película, con momentos espantosamente muy entretenidos que llega a nuestras salas el 26 de septiembre.
Probablemente no le demos mucha importancia a los que producen ciertas películas porque son solo “los que ponen la plata” a veces. Así es, pero además suelen mostrar cierta calidad como por ejemplo A24 o Blumhouse hablando del terror. En este caso Guillermo del Toro fue el productor (y co-guionista), además de promocionar la película, siendo el que soporta este film que debía ser conocido. Del Toro tiene gran gusto cinematográfico, y esta no es la excepción. Así que se lo agradecemos.
¿Por qué? El film trae consigo varias cosas a destacar, con la simple premisa de niños adolescentes que deben enfrentar sus miedos para sobrevivir. Sí, suena a cualquier historia de terror de «Escalofríos» o Stephen King, u obviamente los libros de Alvin Schwartz. Además cosas que de niños veíamos o leíamos en el pasado. Ya eso es bueno, pero además hay buenas actuaciones, situaciones atrapantes y te entretiene durante todo el film.
Con André Øvredal (The Autopsy of Jane Doe, Trollhunter) como director tenemos una película correctisima a nivel técnico, con los miedos de cada chico siendo representado de forma original, atractiva y atemorizante. Este joven elenco se destaca; con Stella (Zoe Margaret Colletti), Auggie (Gabriel Rush) y Chuck (Un gran Austin Zajur) que festejan Halloween tratando de defenderse del clásico malvado joven que irá a la guerra. Quién sería Tommy (Austin Abrams, que nació con cara de malo). Los jóvenes reciben la ayuda de Ramón (Michael Garza) quien tendrá una relación con Stella.
Si, los clásicos personajes con sus clásicas tramas quizá sean el punto flojo del film, lo que no la hace la mejor película del año. No tiene que serlo. Es lo que intentan realizar los guionistas como Hageman (Trollhunters, Lego Movie, Hotel Transylvania) adaptando los cuentos de Alvin Schwartz, que apelan a la diversión y entretenimiento. Mientras que otros colaboradores como Marcus Dunstan y Patrick Melton (The Collection, Saw 3D) entregan lo más sangriento y “asqueroso” del film, lo que abre el espectro de apreciación.
Entretenida, con personajes básicos se disfrutan de igual manera que cualquier otro personaje complejo. Con la historia de la antagonista interesante, aunque tradicional. En este film lo que se aprecia son las secuencias de miedos que logran el equilibrio de ser graciosa para los jóvenes y estremecedora para los más acérrimos fans del género. Hay situaciones muy asquerosas, que logran arrugar tu cara y hasta cerrar los ojos para no ver lo que ya sabemos que pasará y disfrutaremos. Hace tiempo que no aparecía un film así en pantalla. Acá también hay jumpscares, pero no son la base del miedo de este film, lo que se agradece.
Estas historias de miedo tradicionales, dentro de esta trama principal, son traídas con originalidad y carisma a la modernidad. Desde esa mujer de cara pálida que abraza, Jangly Man que te persigue, todos los efectos y la iluminación gótica resultarán satisfactorios para cualquier espectador de cualquier edad. Te meterás en un pequeño pueblo con estos jóvenes para sentir temor, incomodidad y hasta algo de asco. Lo que realmente uno busca en un completo film de terror.
Obviamente carece de la profundidad de otros films. Por afuera se verá que solo cuenta más que historias de miedo, y quizá la lucha por alguien que desaparece. Pero igualmente se aprecia la pérdida de la inocencia y con mayor fuerza el poder de las historias. Lo que se cuenta tiene un poder tan fuerte que si lo contás muchas veces se vuelve realidad. Las historias son métodos de salidas para muchos de todo lo que sufren. Esas palabras, en esta película, son peligrosas e intrigantes.
Además hay ciertos giros interesantes, pero otros que quedan en el aire. En el desarrollo de la trama decae el ritmo intrigante, pero vuelve a traernos este mundo escalofriante cuando cada persona enfrenta sus miedos. Las historias contadas tienen tanto poder de nostalgia para el espectador que seguro no podrá evitar aunque sea sentir algo de cariño por esta hermosa pequeña película de terror clásico. ¿Habrá más? Esperaremos.