A pesar de un arranque sólido y conciso, la película no logra dar un salto de calidad y queda toda la sensación de que algo más se podría haber hecho cómo para no sólo ser una obra pasajera y quedar rápidamente en el olvido.
Basada en la saga de libros juveniles de nombre homónimo escrita por Alvin Shwartz, Historias de Miedo para Contar en la Oscuridad (Scary Stories To Tell in the Dark, 2019) llega a los cines de todo el mundo de la mano en la dirección de André Øvredal (The Autopsy of Jane Doe, 2016) y con un guion escrito por Dan y Kevin Hageman, con la participación del propio Guillermo del Toro que al mismo tiempo que aportó en el desarrollo de la historia, también fue uno de los productores más significativos a la hora de concretar ésta adaptación.
Situada en los años 80s en un pueblo ficticio, la película se centra en Stella Nicholls (Zoe Colletti) una joven con aires de escritora que pasa la mayor parte de sus días con sus dos amigos Auggie (Gabriel Rush) y Chuck (Austin Zajur) quienes constantemente sufren el acoso de los bullies de la escuela. Todo cambiará para ellos luego de que en Halloween se encuentren con un extraño diario que supo pertenecer a Sarah Bellows (Kathleen Pollard), una joven que sufrió una extraña desaparición largo tiempo atrás y que ahora pareciera manifestarse en el diario de una forma por demás extraña y peligrosa, atentando con la vida de los protagonistas. Al mismo tiempo que los tres jóvenes intentarán detener ésta amenaza embrujada, Ramón Morales (Michael Garza) -un aliado inesperado- se sumará a su misión mientras lidia con los maltratos constantes del pueblo para con él. En una aventura que los hará enfrentarse a sus peores miedos, estos jóvenes deberán descubrir cómo parar la amenaza de Sarah Bellows sin padecer en el intento.
A lo largo de las casi dos hora de duración (111 minutos) André Øvredal logra construir un relato eficaz que sabe combinar aventura y terror en partes iguales. A pesar de la simpleza del guion, la película se las rebusca para poder generar sustos y emoción en partes iguales sin perder de vista el único propósito real del film que es el entretenimiento. Aunque está muy bien elaborada y desarrollada, Historias de Miedo… no puede dar un salto de calidad para poder trascender en ningún género estrictamente y al andar entre dos tipos de películas diferentes, pareciera no explotar en ningún momento y el entretenimiento se transforma en pasajero y a futuro inmediato olvidable. La construcción de los sustos es la correcta pero no por su sorpresa, de hecho es bastante obvio todo, sino por su ejecución con efectos prácticos, maquillajes, juegos de luces y puesta en escena en conjunto con movimientos de cámara. La trama en sí es simple y viene un poco de la mano de todo lo que se viene viendo, de hecho se puede comparar bastante a las dos películas de Escalofríos (2015, 2018) pero con un plus terrorífico en donde sin dudas se ve la mano de Guillermo del Toro.
Las actuaciones de parte de todo el elenco son correctas pero si alguien logra destacarse del resto es Zoe Colletti quién se carga en la espalda todo el peso de la importancia de la historia y de la sensación de que es la única con la que el espectador puede crear un lazo o empatizar un poco y teniendo en cuenta que es su primer papel protagónico es más que destacable su labor. Después el resto acompaña y si bien por momentos las relaciones entre personajes parecieran forzadas, así como sus ideas y venidas en cuanto a desarrollo, cada quién logra tener un momento en donde el protagonismo les queda muy bien.
Scary Stories To Tell in the Dark termina redondeando una buena labor pero con escaso poder de repercusión en un futuro cercano. De más a menos a lo largo de todo el filme, la combinación de estilos y géneros pareciera jugarle a favor en un primer vistazo, pero que quizás no lo haga tanto en un segundo visionado. Lo que más logra destacarse es su protagonista y un par de construcciones de sustos que claramente vienen de la mente de Guillermo del Toro.