Historias que sólo existen al ser recordadas

Crítica de Santiago Balestra - Alta Peli

Una película que a pesar de un ritmo desafiantemente lento, deja su tema muy en claro.

La añoranza del pasado y el temor a la incertidumbre del futuro son temas que con diversos matices y trajes siempre han sido tratados en la cinematografía. La película en cuestión nos ofrece una imagen de postal no tanto del lugar en el que se encuentra sino de la deterioración y la inevitabilidad que esta representa.

¿Cómo está en el papel?

El guion de esta película tiene una estructura densa y un conflicto que no se pone en marcha sino hasta que pasó la mitad del metraje. Hasta la llegada de ese momento es una sucesión de imágenes repetidas que solo tienen interés por pequeños e interesantes tics del personaje principal, tales como escribirle cartas a su marido largamente fallecido.

La segunda mitad, aunque no progresiva en ritmo si lo es en profundidad temática. El cementerio cerrado al público, la muchacha fotógrafa que llega el pueblo e involuciona en la elección de sus herramientas de trabajo, el rol de recuerdo que tienen las fotografías, el que el pueblo este íntegramente poblado por ancianos, el que se haya dejado de registrar los fallecimientos, y sobre todo el sencillo hecho de contar nuestras vivencias a quien quiera escucharlas, son los elementos que acaban por concientizarnos de la raíz del legendario temor a la muerte que tanto nos aqueja. Y es que ese temor no pasa tanto por el dejar de existir sino el de no poder dejar un legado, y es solo a través de un legado que el hombre (en este caso la mujer) puede vivir por siempre.

¿Cómo está en la pantalla?

Sería un lugar común decir que la elección del Cinemascope para encuadrar esta película es por los paisajes brasileños. Todo lo contrario; responde a una necesidad más que nada teatral de tener en planos muy cerrados a la mayor cantidad de intérpretes en el cuadro a la vez. Se destaca el uso de las claves bajas de iluminación y el énfasis en la utilización de puntos de fuga en las composiciones de cuadro para acentuar la percepción de profundidad. Lo único que pueda criticársele es el exceso de pausas en el montaje.

De la actuación no puede decirse mucho, porque es muy sobria y responde exclusivamente a la historia que se cuenta. No suma puntos en el apartado emocional pero consiguen ser herramientas útiles al tema que pretende retratar su realizadora.

Conclusión

Aunque tiene un desarrollo temático incuestionablemente rico y profundo, su desarrollo narrativo requiere de una paciencia inusitada por parte del espectador ya su registro cuasi documental parece dar la imagen de no estar contando nada. Aquellos pacientes y escarben más profundo se encontraran con una sorpresa. Recomendable únicamente para los incondicionales de este tipo de cine.