Hitchcock for dummies
Hitchcock, el Maestro del Suspenso es un biopic, o para ser más preciso una fracción de un biopic. La película narra el pequeño período de la vida de Alfred Hitchcock que comprende la realización de Psicosis, su film más exitoso y recordado. Está basada en el libro Alfred Hitchcock and the Making of Psycho de Stephen Rebello. La película se posiciona temporalmente en 1960, luego del éxito de Intriga Internacional (North by Northwest, 1959), cuando Hitch, que con tan solo 60 años era considerado por la prensa como un director viejo (¿Qué dirían de Manoel de Oliveira?), decide adaptar el libro de Robert Bloch, sin el apoyo del estudio y financiando él mismo la película.
Aunque en general los biopics buscan aproximarse lo más posible a la figura del biografiado, en este caso Anthony Hopkins caricaturiza al maestro del suspenso de una forma casi grotesca. Para empezar hay sectores de su rostro que no se mueven, porque claramente son de látex, y esa imagen choca y distrae (compite cabeza a cabeza con Cloud Atlas en la categoría: peores máscaras del año). Lo inanimado de su rostro se acentúa porque solo un par de gestos pudo sacarle a Alfred el gran Hopkins, y hace uso y abuso de ellos durante toda la película.
Sacha Gervasi, en la dirección, hace con el film lo mismo que con el rostro de Hitchcock, toma un par de características conocidas del maestro del suspenso y las muestra y subraya hasta el hartazgo. No se aleja en ningún momento de una mirada superficial de ciertos rasgos del director. Así es como la relación con "sus mujeres" se adueña de todo el biopic: la misoginia, la obsesión, el maltrato, los celos, el voyerismo. Parece que no hubieran muchos más matices en la personalidad de un personaje tan atractivo y enigmático como era Hitch, o al menos parece que lo evidente de esas características nos saltan a la cara. Es que la película se encarga de reducirlo a todo eso que ya sabíamos de él, y de reducir Psicosis, de un acto voluntario de su genialidad, a un mero resultado de sus patologías.
Pero no todo fue en vano, el papel de Alma Reville lo interpreta la inagotable Helen Mirren, que siempre está bien y que a sus sesenta y largos es más atractiva que muchas veinteañeras. La sigue Toni Collette como Peggy Robertson, la asistente de producción de Sir Alfred, y Scarlett Johansson y Jessica Biel, como Janet Leigh y Vera Miles respectivamente, dos actrices destacadas por su belleza que interpretan a actrices destacadas por su belleza.
Hitchcock, el Maestro del Suspenso es una película que no está a la altura de Hitchcock (aunque parece difícil estarlo) y que no alcanza para llenar las expectativas que había generado. Aunque hay que ser justos, la película no había generado tales expectativas (el poster ya asustaba un poco), de eso nos tendremos que hacer cargo algunos espectadores ingenuos.