Miradas profundas y misoginia
Un cuidado diseño de producción cierra este curioso filme que da cuenta de un momento de lo que se presume fue la vida de Alfred Hitchcock, el maestro del suspenso.
Alfred Hitchcock fue un realizador que cambió la esencia del thriller, acercándolo al gran público. El director Sacha Gervasi se basa en el libro de Stephen Rebello sobre la producción de "Psicosis", para hablar de las relaciones entre su mujer y colaboradora Alma Reville y dar testimonio sobre la filmación del clásico.
La película se sitúa en 1959, cuando Hitchcock (Anthony Hopkins), ya es un director consagrado con más de cuarenta películas y decide filmar una exitosa novela de Robert Bloch, basada en el asesino Ed Gein, titulada "Psicosis".
Anécdotas sobre su reaparición en una carrera que aunque exitosa, lo encontraba con casi sesenta años, dentro de la maraña competitiva hollywoodense, se suma al tratamiento de las singulares relaciones que lo unían a Alma Reville (Helen Mirren), su inteligente mujer, destacada montajista y guionista.
CHICAS RUBIAS
La fijación con las rubias, sus costumbres voyeuristas, los choques con Alma, de la que no podía prescindir, ni profesional, ni matrimonialmente, sus habilidades para manejar el marketing de "Psicosis", que fue un éxito comercial increíble son los detalles no demasiado novedosos que componen esta película. Lo mismo que el supuesto affaire entre Alma Reville (Helen Mirren) y Whitfield Cook (Danny Huston), el guionista de "Extraños en un tren", otro filme de Hitchcock.
Sin embargo la solvencia profesional de su equipo, hacen posible una visión atractiva como es disfrutar del talento de Helen Mirren (Alma Reville), la trabajosa caracterización de Anthony Hopkins, como Hitchcock y el encanto y frescura de Scarlett Johansson, como Janet Leigh; o James D"Arcy, en el papel de Anthony Perkins.
LA ASISTENTE
Lamentablemente, no está aprovechada Toni Collette en el personaje de Peggy Robertson, como la supervisora de continuidades y asistente de Hitchcock a lo largo de sus mayores éxitos, por más de cincuenta años. Por supuesto que podemos apreciar la famosa escena de la ducha en "Psicosis" con sus particulares angulaciones, trabajadas por el director, que fue ensayada una semana, para luego filmarse en una sola y exitosa secuencia.
De las razones de sus voyeurismo y preferencias por la violencia más su misoginia, no se dan explicaciones, sólo se utiliza el recurso de una presencia fantasmal del asesino serial Ed Gein (Michael Wincott), protagonista real de los crímenes de "Psicosis", que acompaña al director en algunas escenas.
Un cuidado diseño de producción cierra este curioso filme que da cuenta de un momento de lo que se presume fue la vida de Alfred Hitchcock, el maestro del suspenso.