No caeremos en la trampa del cinéfilo purista y totémico que no quiere ver a un actor haciendo de Hitchcock. El arte es libertad, después de todo. El problema aquí es que el personaje no parece construido con la imaginación o la investigación, sino con un refrito de Wikipedia. El rodaje de Psicosis es la excusa, y usar actores con algún Oscar, la segunda de las coartadas para un film aburrido y evidente, que se agota desde el póster.