Hitman: Agente 47 es la adaptación de un sangriento videojuego que nos presenta a Rupert Friend, en la piel del Agente 47 en cuestión, una maquina de matar, un hombre diseñado mediante la clonación, que se lanza a al caza de una joven y un científico también buscados por una malvada organización criminal.
Si bien el argumento es elemental, la estética estilizada, el montaje vertiginoso y el excelente diseño de sonido, le dan un estilo único, a medio camino entre el video clip y las películas producidas por Luc Besson. Hay mucha acción, persecuciones de todo tipo, explosiones, tiroteos y una puesta de cámara que intenta emular la experiencia del video juego. Sin ser una maravilla, se deja ver, y resulta ser un pasatiempo ideal para los espectadores en busca de pochoclo fácil.