La joven Katia vaga por el mundo intentando encontrar a su padre, hasta que un misterioso hombre que se hace llamar John Smith se une a ella para protegerla de un mítico sicario conocido solo como Agente 47.
Ven conmigo si quieres morir
Luego de crear a los Agentes (súper hombres expertos en asesinar objetivos), el doctor Litvenko decide desaparecer. Katia, su hija, seconvierte entonces en el principal objetivo de empresas que ansían hacerse con los secretos de su padre; esto le vale que diferentes asesinos la persigan, incluso el Agente conocido únicamente como 47.
El mundo (y la paciencia) no basta
Estamos ante otra mala adaptación de un videojuego, y van… Seguramente algunos de los lectores son gamers y conocen de sobra el juego Hitman, que ya lleva dos generaciones de consolas mostrando que la idea del asesino sigiloso implacable sigue enganchando a quienes los juegan. Y aparentemente los productores o guionistas de estas películas siguen sin haberlo jugado, porque otra vez estamos ante una de acción donde las explosiones y tiros abundan.
Bueno, si. Un poco de conocimiento se nota de parte de los responsables de esto. Ahí veremos a la cuerda como arma sigilosa, o como 47 se cambia de ropa para confundir; incluso como usa el escenario a su favor para zafarse de una situación complicada. Pero todo esto queda en breves apariciones en una película donde su mayor (y única) virtud pasa por otro lado.
Y es que en ningún momento Hitman: Agente 47 se toma en serio a sí misma. Por un lado incluso se da el lujo de plagiar descaradamente a la primera entrega de Terminator, con una persona normal protegiendo a una vulnerable chica de una máquina de matar. Pero esta descarada referencia dura apenas diez minutos. El resto del metraje veremos muchos momentos WTF que quiero creer que fueron pensados con ese objetivo, y que no están plasmados seriamente en pantalla.
Se nota también bastante la falta de presupuesto, que queda en especial evidencia a la hora de implantar efectos especiales para reemplazar a los actores en escenas de riesgo, y poniendo en pantalla cinemáticas que parecen sacadas de la vieja y querida Playstation 2, y no de una película del 2015. Por esto digo que quizás hubiera sido mejor si el director Aleksander Bach y los guionistas Skip Woods y Michael Finch se decantaran por una película más clase b, buscando la comedia y guiños con el espectador, y no que este se termine riendo por las razones incorrectas.
También este tono menos serio hubiera ayudado a los actores, que salvo Zachary Quinto y Ciarán Hinds, el resto del reparto da un poco de pena de los duros que son actuando, incluso Rupert Friend que debe interpretar al gélido 47 parece que le costara recitar el guión.
Conclusión
Hitman: Agente 47 es una mala película, sin dudas. Que de a ratos entretiene, en especial cuando pareciera que se la toman en broma y meten elementos sacados de los videojuegos. Pero el resto del tiempo es una más de acción genérica, de esas que llegan directo a la TV por cable y con justa razón.