Hogar

Crítica de Martín Chiavarino - Metacultura

Madres adolescentes

Hogar (2019), la ópera prima de ficción de la realizadora italiana radicada en Argentina Maura Delpero, narra los conflictos dentro de un instituto italiano religioso para madres adolescentes ubicado en algún lugar de la Provincia de Buenos Aires.

Titulado internacionalmente Maternal, el film analiza la difícil convivencia entre las monjas y las madres adolescentes. Luciana (Agustina Malale) y Fátima (Denise Carrizo) son dos amigas muy jóvenes que comparten una habitación en el Hogar, ambas madres que se debaten entre los deseos de vivir una vida juvenil sin responsabilidades y la realidad de no tener una casa propia ni trabajo, y tener a cargo la responsabilidad de un menor de edad con todas sus necesidades. El Hogar las ha unido pero ambas son muy distintas y tienen intereses y proyecciones muy diferentes respecto de su situación. Mientras que Luciana fustiga a las monjas, genera peleas, se escapa por las noches y sueña con abandonar el convento para irse a vivir con su nuevo novio, Fátima espera un segundo hijo y desencantada tempranamente del amor prefiere seguir las reglas de las monjas y quedarse en la institución. Sor Paola (Lidiya Liberman), una joven monja italiana recién llegada al Hogar para tomar sus votos perpetuos, descubre en su relación con Yanina, la pequeña hija de Luciana, una conexión maternal inesperada que la aleja de la vida religiosa y la acerca a las jóvenes madres, descolocándola completamente de la vocación que preveía para su vida.

Hogar es un film de gran sensibilidad que trabaja con los gestos corporales, lo que no se dice pero queda implícito a través de las acciones y los diálogos, que a veces son más una forma de reacción y rechazo impotente ante lo dado. Delpero realiza una buena ambientación, realista, casi documental y cruda, sobre los conflictos alrededor de la maternidad y entre las madres jóvenes y las monjas, que educan a los niños, les imparten la enseñanza religiosa y proveen de trabajo y disciplina a las madres. Entre las monjas y las madres hay una relación destinada al conflicto, que puede generar sumisión o rebelión ante las reglas impuestas. La realizadora del documental Nadea e Sveta (2012) filma con mucho conocimiento del tema, de los conflictos, sus raíces y ramificaciones.

La obra de Maura Delpero cuenta con excelentes actuaciones de parte de todo el elenco y una extraordinaria dirección de actores que se destaca principalmente en las escenas con los niños. También sobresale la presencia de la conocida actriz de teatro Marta Lubos como la madre superiora del Convento. Hogar logra construir un tono íntimo y busca en los diálogos y las situaciones de la cotidianeidad la tensión narrativa entre lo femenino, lo maternal y lo religioso, cuestión en permanente discordia que funciona como el eje del relato. Delpero convierte aquí la crudeza de la maternidad adolescente en una circunstancia emotiva, difícil y llena de sacrificio, pero también maravillosa en todas sus contradicciones. Hogar se adentra en esta intimidad profundamente, sin mediaciones, permitiendo que los conflictos penetren en los personajes y los transformen para dejarle un mensaje muy humanista al espectador.