En Hombres de Mentes (increíble el nombre elegido para el estreno local) ocurre algo temerario: a los tres planos nos damos cuenta que es una película claramente influenciada por el cine de los hermanos Coen. Y del peor cine de los Coen, el que se piensa acido y cínico pero es estupido, redundante y de trazo grueso (Burn After Reading, Intolerable Cruelty) o el que se cree que dice “verdades” sobre el mundo cuando no es mas que una acumulación de sermones obvios gritados a los cuatro vientos desde arriba de un pulpito (Un Hombre Serio).
En su opera prima Grant Heslov se pone el traje megalómano de los hermanos y utiliza la peor versión de George Clooney; el canchero, cool, especie de héroe del partido Demócrata, “yo ayudo a los niños pobres de Haití” que elige hacer papeles sobre lo mal que le va a America por culpa de los republicanos.
En este caso Lyn Cassady (George Clooney) es una especie de súper soldado que usa su mente como arma y se encuentra en Kuwait, rumbo a la Irak ocupada post 2001 con Bob Wilton (Ewan McGregor) un periodista que decide cubrir la guerra en el golfo pérsico como consecuencia de que su mujer lo dejo por un compañero de trabajo para demostrarle su hombría y valor.
Ambos embarcan en la cruza del desierto iraqui donde se encuentran con el grupo original de soldados que habían entrenado con Clooney años atrás y que pretenden resucitar un proyecto de soldados Jedi, una mezcla de dementes como el Larry Hooper interpretado por Kevin Spacey o Bill Django (Jeff Bridges en Lebowski mode) un soldado Hippie delirante arruinado por el paso de los años (y de las guerras).
Heslov hace navegar a los personajes por gags mediocres y un slapstick tonto y sin gracia mezclado con una infinidad de citas cinematográficas que van desde El señor de los Anillos, pasando principalmente por Star Wars y tocando la locura del Kubrick de Full Metal Jacket. Hombres de Mentes es una de las tantas películas de Hollywood que reflexiona sobre la guerra y la ocupación en Irak.
Esperen unos días (que no se postergue mas) y vean Redacted de Brian de Palma que en un plano dice mas que toda esta película, que no la salva ni el gran Jeff Bridges haciendo un ratito de Dude.