Entre la aventura de Tres reyes y las comedias delirantes de los Coen, se instala este trip lisérgico y absurdo dirigido por Grant Heslov (un hombre con mucha más experiencia en la actuación que en la dirección) y protagonizado por George Clooney, Jeff Bridges, Ewan McGregor y Kevin Spacey.
Las influencias de la película se manifiestan notoriamente en la elección del elenco. Clooney y Bridges vuelven al registro de películas como O Brother! y El gran Lebowski, mientras que Ewan McGregor es un puente deliberado a Star Wars, que no actúa como una influencia estilística o narrativa, sino como una referencia directa a través de la alusión a los Jedis y a la acción psíquica a través de la mirada.
Desde el trasfondo bélico y las teorías conspirativas hasta el ejército “new age”, todo sirve para una comedia tan desatada como drogada, que no pretende en ningún momento ser una sátira antibélica, sino una mera farsa. Dentro de este registro es donde por momentos funciona y divierte, mientras que en buena parte del film prima el exceso y la excentricidad, volviéndose un entretenimiento amorfo y pesado. Cabe destacar el aporte cómico a cargo de Bridges y Spacey, quienes funcionan mucho mejor que Clooney y McGregor, con más presencia en pantalla, pero ambos víctimas de los giros disparatados del film.
Si bien The men who stare… es una película para mirar con mucho desprejuicio y sin tomársela muy en serio, su vacilante registro de comedia hace tambalear la propuesta, convirtiéndola en un subproducto demasiado deudor de sus influencias directas, antes que en un film con enormes cualidades y méritos propios. La coherencia de su desmesura es admirable, no así sus fluctuantes resultados cómicos.