Menos mal que, cada tanto, vuelven estos tipos. Es cierto: la antigua novedad de ver esa mezcla de ciencia ficción y comedia, de dibujito animado y juego puro de actores ya no está y sabemos a qué atenernos. Pero Barry Sonnenfeld -ocasional gran director- parece estar siempre muy seguro de lo que hace con estos agentes de inmigración extraterrestre. Hay muchos gags, Tommy Lee Jones siempre es un gran payaso que lo disimula, Josh Brolin logra capturar ese tono en su “versión joven” y Will Smith es uno de los mejores comediantes de las últimas décadas sin la menor duda. Algo más: Hombres de Negro nunca fue una “saga”, nunca apeló al drama continuado (eso que arruinó Piratas del Caribe en su tercer film) sino simplemente el retrato de las aventuras disparatadas de dos caracteres muy atractivos, de dos actores que crearon un supremo dúo cómico. Basta con haber respetado eso -comprenderlo- para tener una película fresquísima y desintoxicante, un film lleno de efectos especiales donde lo más efectivo es lo que hacen los actores.