El rescate de una saga.
La primera entrega de Men in Black fue un éxito gracias a su originalidad, su bien logrado humor y la composición de sus personajes. Su secuela, en cambio, fue un fiasco que careció de todas las virtudes de la primera, dejando en evidencia su exclusivo oportunismo comercial. Insospechadamente y luego de una década de la segunda, esta historia de agentes excéntricos y ultrasecretos llegó a ser una trilogía, y por fortuna, lo hizo con clase.
Los hombres de negro están de regreso como en su debut, con un guión bien pensado que garantiza el entretenimiento a través de diálogos graciosos, personajes entrañables y una historia creativa. La magnífica química que logran Tommy Lee Jones y Will Smith esta vez se potencia con la introducción de Josh Brolin, que interpreta a un jóven K (poco que ver con La Cámpora) de manera soberbia. El otro nuevo personaje incluido en la historia, Griffin, también es una gran adición que le da frescura a esta tercera parte.
Men in Black 3 redime la saga, volviendo a incursionar en la fórmula que supo darle buena fama a estos parcos sujetos vestidos de negro que protegen el mundo de los alienígenas. Hay humor, acción, mucha creatividad y alguna que otra sorpresa bien ideada. Casi imposible pasarla mal.