Los pasados posibles
A veces resulta que el negocio de las secuelas en Hollywood trae gratas sorpresas como Hombres de Negro 3. Esto se debe básicamente a dos factores: la mediocre segunda parte de esta versión del comic de Lowell Cunningham, estrenada hace 10 años, era fácilmente superable por una tercera parte futura con tan sólo ajustar el guión más que la dirección correcta de Barry Sonnenfeld y en segundo lugar que transcurrida esa década de ausencia cierta nostalgia por volver a ver a la dupla encarnada por Will Smith y Tommy Lee Jones, léase J y K respectivamente, hacía más que rentable el proyecto del regreso, valiéndose -claro está- de la vedette del 3d para agrandar el menú.
Sin preámbulos, lo que realmente funciona en esta nueva entrega, dirigida otra vez por Barry Sonnenfeld y que cuenta con el guión de Etan Cohen, David Koepp, Jeff Nathanson y Michael Soccio, es la historia que apela al recurso de los viajes temporales para remontarse a los años 70 y dar rienda suelta a la imaginación y a la idea retro para introducir la versión de K joven, interpretado por el gran Josh Brolin, a quien se le sumarán personajes como Andy Warhol (Bill Hader) entre otros, con significativos cameos de Tim Burton o Lady Gaga por citar los más representativos.
También, la participación de la versátil Emma Thompson, quien interpreta a O, interés amoroso del joven K en el pasado -donde aún no había adoptado ese halo de rectitud, seriedad y parquedad-aporta la frescura necesaria para que el humor inocente fluya.
Pero si hay algo que realmente edifica el relato es haber consolidado el vínculo entre J y K, tanto en lo que al presente respecta como en el pasado que domina la mayor cantidad del metraje. Esa amalgama de humor, acción y emoción son claves para que Hombres de Negro 3 encuentre un rumbo y no se pierda en digresiones o guiños que muchas veces afectan la armonía.
La premisa opera de pretexto para justificar el viaje hacia el pasado, pues J (Smith) deberá salvar al joven K (Josh Brolin) de caer en las garras de Boris el animal (Jemaine Clement), un extraterrestre que fagocita planetas y a quien K había capturado y encerrado en una cárcel construida en la luna. Pero al escapar, Boris puede viajar al pasado y alterar el curso de la historia con graves consecuencias para nuestros hombres de negro y mucho más aún para el planeta tierra.
Así las cosas, la receta bien aplicada rinde sus frutos y esta tercera parte es sin lugar a dudas la mejor de la trilogía, con un Will Smith un tanto más contenido pero siempre gracioso, al que le queda perfecto el rol si es que a su lado continúa el contrapunto con Tommy Lee Jones y el hallazgo del casting: Josh Brolin.