A toda agencia le llega su K
Los agentes de negro vuelven y esta vez a la fórmula le agregan un viaje por el tiempo, y un nuevo actor, Josh Brolin, quien interpreta al agente K. En esta misión deben atrapar a un marciano criminal que se escapó de una prisión en la luna, pero para hacerlo el agente J (Will Smith) viaja en el tiempo hasta 1969, cuando el agente K atrapó por primera vez al villano.
En el camino deberán proteger a un alienígena que a cambio los ayudará a encontrar y atrapar al nuevo malo en cuestión.
El cambio de época le agrega un giro interesante a esta nueva entrega y mucho material para hacer humor. Así vemos a policías más racistas que los actuales, hippies, panteras negras y Andy Warhol, entre otras características sesentosas.
Básicamente es más de lo mismo, pero la fórmula sigue funcionando. Es un cóctel de acción, muchos efectos especiales, comedia, y todo sostenido por un buen guión que sabe donde agota y cuando tiene que innovar, y en general lo hace con diálogos entretenidos con acertados toques de humor.
Los tres actores principales cumplen perfectamente con su rol, y la buena química entre ellos es una parte importante de la película. Entre los roles secundarios se destacan Michael Stuhlbarg, como Griffin, un alienígena que puede hacer extrañas mezclas de presente, pasado y futuro; y Emma Thompson, como la agente O.