De todas las sagas industriales que ha producido Hollywood en los últimos 20 años, la de Hombres de negro es probablemente la menos atendida en términos de justificación argumental para su continuidad. Es más, hasta se podría decir que gracias a Will Smith y la química con Tommy Lee Jones hubo una segunda parte tolerable. Ya cuando en la tercera apareció el viaje en el tiempo todo se desmadró estrepitosamente, al punto de hacer perder todo interés en ese universo paralelo que se proponía originalmente. También se perdió, por abuso del recurso, ese gustito a homenaje-guiño al cine e historietas de la década del ‘50 que servía como colchón humorístico mezcla de kitsch, bizarro y naif. En este contexto, los creadores insisten con una cuarta entrega de los “defensores contra la escoria del universo”, pero sólo algunas cosas salen moderadamente bien, la maquinaria de producir plata no se detiene.
Luego de una introducción en la Torre Eiffel la historia retrocede 20 años para hacer esto. Va al momento en que Molly ve un extraterrestre por primera vez, y desde entonces no sólo sueña con el espacio exterior sino con entrar a la división Hombres de negro. Su vida y su deseo crecen, así que un tiempo después, ya grande,, logra por gracia de la jefa (Emma Thompson) ser parte de su familia por elección, como la agente M. Dentro de la organización manda Gran T (Liam Neeson), quien finalmente será el encargado de formar la dupla M - H (Chris Hemsworth) con la misión de encontrar a los aliens responsables de la próxima hecatombe. Dos entes eléctricos que andan por ahí, como los gemelos de Matrix Recargado (Larry y Dana Wachowski, 2002).
El guión de Matt Holloway, Art Marcum y Lowell Cunningham no solamente traiciona algunos parámetros instalados en las anteriores (por ejemplo que la gente vea armas y cosas raras sin aplicar la famosa lapicera “borra memoria”); también adolece de esa impronta cómplice y necesaria en producciones que se apoyan en una dupla o trío protagónico. Tessa Thompson y Chris Hemsworth ya habían hecho un dúo interesante en “Thor ragnarok” ( 2017), pero esto no asegura continuidad de química en otras producciones, y acá se encuentra en dosis muy escasas. La estrella de “Avengers” (2012) ha encontrado una veta en la comedia anteriormente, y Tessa Thompson, por su lado, claramente tiene algo nato que la pone en ese género.
Hay que decirlo, las escenas de acción en conjunción con los efectos visuales son un fuerte aquí, son de una buena factura técnica. Hay un par de gags que funcionan bien, pero en su visión global, “Hombres de negro MIB, internacional” atraviesa los minutos poco amalgamada entre las piezas que la componen. Con todo esto, más los protagonistas originales fuera del proyecto, ¿qué interés puede generar otra entrega que además ni siquiera es un relanzamiento?