Sin Will Smith ni Tommy Lee Jones, la saga extraterrestre vuelve a los cines con nuevos protagonistas y aventuras, pero con bastante menos chispa.
Son varias las razones por las que un estudio decide rescatar/rebootear una franquicia después algunos años y fracasos. La plata que pueda llegar a recaudar es una de ellas, por supuesto, pero también hay una clara intención de utilizar la nostalgia para atraer al viejo público, al mismo tiempo que se genera la expectativa suficiente para sumar nuevos seguidores. Por suerte, nadie recuerda el estreno de “Hombres de Negro III” (Men in Black III, 2012), lo que le da cierto changüí a esta nueva instancia que cambia completamente de protagonistas y director, convirtiendo la saga fantástica de Barry Sonnenfeld en una historia de “espías” cosmopolita, con alienígenas de por medio.
Como bien lo dice su título, “Hombres de Negro: MIB Internacional” (Men in Black: International, 2019) nos lleva de paseo por varios continentes sin un propósito muy claro. Ya no tenemos a Tommy Lee Jones y Will Smith para salvar al mundo (apenas una pequeña referencia por aquí y por allá a aquella primera y exitosa película de 1997), pero sí una nueva pareja despareja que hace las veces de agente novato/agente experimentado, que debe hacer yunta para frenar una amenaza del espacio exterior.
Acá no hay muchas novedades en cuanto a argumento, incluso se sigue alejando a pasos agigantados del material original -el cómic homónimo de Lowell Cunningham-, olvidándose completamente de esa lectura entre líneas sobre los inmigrantes ilegales en los Estados Unidos. No, no esperen nada de eso (bah, no esperen mucho), en cambio sí rebosa de acción, efectos especiales y saltos de país en país, para que veamos que lindos que son los paisajes de Londres, Italia, Marruecos y Nueva York.
F. Gary Gray, quien tiene cosas descerebradas como “Rápidos y Furiosos 8” (The Fate of the Furious, 2017), pero también películas interesantes como “Letras Explícitas” (Straight Outta Compton, 2015), toma el testigo de la franquicia para contarnos uno de sus capítulos más carente de narrativa. Todo arranca en 2016, en París, cuando High T (Liam Neeson) y el Agente H (Chris Hemsworth) consiguen salvar al mundo de la invasión de La Colmena, convirtiéndose en héroes de la división MIB de Londres. Muchos años antes, la pequeña Molly tiene un extraño encuentro cercano con una criatura alienígena, lo que va a marcar para siempre su futuro.
En la actualidad, Molly (Tessa Thompson) intenta unirse a ESA agencia en particular que se dedica a lidiar con misterios del espacio, pero ni la CIA, ni el FBI la toman muy en serio, rechazando su solicitud, a pesar de contar con todos los requisitos. Su perseverancia da frutos cuando finalmente se cruza con los Hombres de Negro y logra convertirse en la Agente M, un efectivo a “prueba” que debe viajar al país británico para su primera asignación.
Como muchos/as en la oficina, la chica queda absolutamente cautivada por el Agente H, un langa irreverente y negligente que se las sabe todas pero que, admitámoslo, también hace muy bien su trabajo. Después de que una de sus misiones encubiertas no sale según lo planeado, H queda bajo la estricta supervisión de su mentor (Hgh T) y debe hacerle de niñera a un extraterrestre con muchas credenciales. Acá es donde empiezan los problemas: por un lado, una extraña amenaza alienígena que va dejando demasiados cadáveres y destrucción por el camino; por el otro, la posibilidad de que haya un infiltrado dentro de MIB, propiciando el regreso de La Colmena.
Tenemos nueva dupla para la franquicia
Olvídense del misterio, “Hombres de Negro: MIB Internacional” no deja mucho a la imaginación y se despacha con una historia demasiado sosa y predecible. Matt Holloway y Art Marcum, responsables de este guión y del de “Transformers: El Último Caballero” (Transformers: The Last Knight, 2017) (ups), sólo encuentran excusas para llevarnos de aquí para allá y desplegar todos los efectos digitales en aparatosas escenas de acción y aventura cosmopolita, pero poco se concentran en el desarrollo del conflicto (uno inexistente) y sus personajes, apenas un poco más que meros arquetipos.
Todo ese encanto y química que Hemsworth y Thompson despliegan en “Thor: Ragnarok” (2017), acá no da señales de vida inteligente, dejando que ella haga todo el trabajo duro dentro de esta pareja, mientras él pone caritas de canchero y tipo lindo. Espero que estén contentos porque rompieron una gran dupla cinematográfica, que nunca encuentra esos grandes momentos para destacarse.
¿Lo mejor? Las breves intervenciones de Emma Thompson como la Agente O, y Kumail Nanjiani prestándole la voz a Pawny, un simpático y diminuto extraterrestre que aporta casi todo el humor a esta insulsa entrega. La cuidadosa presentación de los diferentes escenarios y personajes de este extenso universo, y el hecho de que, a pesar de todo, sus casi dos horas de duración se hacen llevaderas porque la acción nunca para, saltando de situación en situación, sin detenerse a pensar en cosas básicas como las motivaciones de los protagonistas.
La vieja fórmula del novato y el agente experimentado
Claro que “Hombres de Negro: MIB Internacional” no aporta absolutamente nada (ni a la saga ni a un mercado plagado de películas olvidables), y desaprovecha la posibilidad de hacer un cambio radical en la franquicia teniendo a Thompson como fuerte protagonista. En serio, dejen de forzar feminismo y, en cambio, desarrollen buenos personajes femeninos. Se ve que la intención es captar a esa nueva audiencia más familiarizada con las caras de Chris y Tessa gracias a sus aventuras superheroicas más recientes, y no preocuparse por contar historias atrapantes y llamativas sobre este simpático universo que muestra la convivencia pacífica (y secreta) entre humanos y alienígenas. Una lástima. Nos vemos en el próximo reboot.