Molly tuvo un encuentro cercano del tercer tipo cuando era solo una niña, y por eso pasó los siguientes veinte años tratando de encontrar a esas extrañas personas con trajes negros que visitaron su casa aquella lejana noche. Lo que ella no sabía, es que se iba a topar con una verdadera agencia gubernamental que se encarga de manejar cualquier tipo de situación que incluya extraterrestres.
Como verán en la sinopsis, Hombres de negro: Internacional, salvo algún detalle, sigue las bases argumentales de la primera entrega de esta ya franquicia de culto. Las sigue tan al pie de la letra, que nos deja con la gran pregunta de ¿Era necesaria esta película?
Y la verdad es que no. Entendemos que esta apuntada a un público que no vio la original, pero eso no es excusa para copiar y pegar el argumento; además que nadie se murió por ver una película vieja. Además, que se ignora casi por completo a los personajes de la trilogía inicial, reduciéndolos a un cameo que da más vergüenza ajena que otra cosa.
Pero ese no es el único fallo de Hombres de negro: Internacional. Pese al esfuerzo de Tessa Thompson y Chris Hemsworth, la película tiene una ausencia de chispa total. Al último se lo utilizó de forma exagerada, rozando casi lo insoportable y no sabiendo cuando es el límite entre canchero gracioso y canchero imbécil. En cuando a la ya citada Thompson, la chica no lo hace mal, pero le falta bastante como para sostener una película de aventuras a su espalda, y se la nota bastante forzada en más de una situación (las que tiene que terminar una secuencia con alguna frase ingeniosa).
A esto debemos sumarle la ausencia de escenas de acción o aventura memorables. Si bien la saga en si nunca se caracterizó en este sentido, al menos podemos recordar un puñado de momentos de cada una de las entregas posteriores, pero en Hombres de negro: Internacional esto no pasa. Y si a eso le sumamos la ausencia de un villano intimidatorio en la mayoría del metraje…
Hombres de negro: Internacional termina siendo un film mediocre, y bastante básico en su concepto. Con la clara intención de atraer a un nuevo público y ya, nunca se molesta en darle algo nuevo a los viejos fans de la saga; olvidándose de ellos de forma casi irrespetuosa. Demasiada vagancia tras un producto que tenía las suficientes herramientas como para volverse una saga querida por viejos y nuevos espectadores.