Horas contadas es una curiosa incursión de Disney dentro del cine catástrofe, algo que no tenía antecedentes en la filmografía live action de la compañía.
Tal vez se podría recordar Armageddon, que fue desarrollada por la productora Touchstone, pero no había una película realizada por el sello principal Walt Disney Pictures.
La trama es una recreación de la misión de rescate de la tripulación de dos buques petroleros que fueron destrozados por una tormenta en 1952.
El director Craig Guillespie, responsable de la remake de La hora del espanto, hizo un gran trabajo con los aspectos visuales del film y las secuencias de acción que son espectaculares.
Horas contadas logra que el océano sea una fuerza natural aterradora y en este punto encontramos uno de los elementos más atractivos de esta producción.
Los efectos especiales estuvieron al servicio de la narración y las escenas más impactantes nunca se ven artificiales.
El trabajo de Guillespie claramente evoca el cine clásico de aventuras hollywodense que solía estrenarse en los años en los que ocurrió esta historia en la vida real.
Algo que está representado especialmente en el perfil de los héroes que interpretan Chris Pine y Cassey Affleck.
La subtrama romántica que incluye el conflicto tal vez quedó algo desdibujada por el hecho que el foco de atención está puesto en la misión de rescate y en esta producción no aporta demasiado.
Obviamente al ver esta película enseguida nos viene al recuerdo Una tormenta perfecta que fue una propuesta superior por el modo en que el director Wolfgang Petersen trabajó los aspectos dramáticos de aquella historia.
El proyecto de Disney ofrece un drama decente pero nunca llega a engancharte con sus personajes como lo hizo aquella producción del año 2000.
De todos modos es una película entretenida, con interpretaciones sólidas del reparto, que consigue brindar un digno pasatiempo, aunque no vas a encontrar mucho más que eso.