Gigantes con pies de hierro
En abril de 2010, Deepwater Horizon, una de las plataformas petrolíferas más grandes y modernas del mundo, explotó y se hundió provocando una catástrofe: once operarios murieron y se desató el mayor desastre ecológico de la historia con el derrame de cinco millones de barriles de petróleo en las aguas del golfo de México. "Horizonte profundo" refleja esa historia, lo que en principio no parece una empresa fácil. De hecho, los primeros 45 minutos de la película transcurren entre datos técnicos que tratan de explicar los motivos de la tragedia de forma lineal y simple, pero igual el trámite se hace un tanto denso para el espectador. Lo que sí se adivina es que algún tipo de catástrofe se avecina. El protagonista es Mike Williams (Mark Wahlberg), el jefe de mantenimiento de la plataforma, que junto con el encargado de la planta (Kurt Russell) empiezan a darse cuenta que faltan revisiones fundamentales para que el gigante marino comience a funcionar. Sin embargo, los ejecutivos de British Petroleum hacen oídos sordos y quieren ponerse a producir cuanto antes. La película toma verdadero empuje cuando estalla la tragedia. El director Peter Berg sabe combinar suspenso, acción y drama en dosis justas, y además la factura técnica es impecable. También se agradece que, si bien se denuncia la codicia de los burócratas, la película no cae en golpes bajos ni en ninguna moralina barata.