Cine catástrofe con hombres convertidos en héroes al tratar de sobrevivir al incendio de la plataforma petrolífera "Deepwater Horizon" ocurrido en 2010. Mark Wahlberg se pone la película al hombro y lidera un elenco en el que también aparecen Kurt Russell y John Malkovich.
Mezcla de cine catástrofe y drama con hombres convertidos en héroes al afrontar el peor desastre ocasionado en el mundo: el incendio de la plataforma petrolífera Deepwater Horizon que derramó 4,9 millones de barriles de petróleo en el mar, el 20 de abril de 2010.
Horizonte profundo plantea un peligro que se avecinaba y del que todos parecen haber hecho oídos sordos, cuando el jefe de mantenimiento Mike Williams -Mark Wahlberg- se separa de su esposa -Kate Hudson- y su pequeña hija por tres semanas para trabajar en la plataforma.
El director Peter Berg -El sobreviviente- explota el material basado en hechos reales comenzando con un relato en off y que incluye sobre el final fotografías de los verdaderos protagonistas de esa tragedia. El cine de denuncia también dice presente en esta producción que muestra cómo millones de barriles de crudo fueron vertidos a las aguas del Golfo de México, provocando graves e irrecuperables daños en el ecosistema marino.
La tensión que se respira desde el comienzo llega en el minuto 45 y el realizador se toma su tiempo para pintar el clima cotidiano de la familia del protagonista -donde la niña traza una analogía con lo que sucederá luego- y los intentos desesperados de los trabajadores por salvar sus vidas. En su difícil misión acompañan a Mike, Andrea -Gina Rodríguez-, la única mujer a bordo de la plataforma; Donald Vidrine -John Malkovich en un rol secundario pero siempre eficaz- y Jimmy Harrell -Kurt Russell-, todos encerrados en un lugar que venía acumulando fallas en los diversos sistemas.
Desde las tomas submarinas, pasando por los enfrentamientos verbales de los ocupantes de Deepwater Horizon hasta la esposa que espera en su casa las novedades del caso que tomó difusión pública, el relato se las ingenia para mantener el interés durante casi dos horas y que culmina en pleno desastre.
Mark Wahlberg se pone la película al hombro y funciona como el hombre común y corriente transformado en un héroe cuando la presión sube a picos insospechados, entre llamaradas, petróleo y objetos que son disparados con la velocidad de un misil. En sus riesgosas decisiones recae el fuerte del film.