Esta reconstrucción del ataque terrorista a Mumbai en 2008, uno de cuyos objetivos fue el lujoso hotel en el que los empleados terminaron protegiendo a los huéspedes tiene sus virtudes: suspenso sin pausa, peligro constante, ninguna seguridad de un final feliz (para algunos sí, para otros no, lo mismo que en la vida real y eso es una virtud importante para mantener la tensión).
Ir al grano a veces es mejor que estilizar o señalar con el dedo.