Basada en hechos reales, “Hotel Mumbai: El Atentado” nos abre las puertas para conocer un relato duro e intenso sobre lo más más crudo, pero también noble de la humanidad.
La película cuenta sobre el cerco de 2008 al Taj Hotel por un grupo de terroristas en Mumbai, India. Entre el personal del Hotel se encuentran el renombrado chef Hemant Oberoi (Anupam Kher) y un camarero (Dev Patel), quienes eligen arriesgar sus vidas para proteger a los huéspedes (Jason Isaacs entre otros). Mientras la situación avanza, una pareja desesperada (Armie Hamer y Nazanin Boniadi) se ve obligada a hacer sacrificios impensables para proteger a su hijo recién nacido.
Anthony Maras cumple con todas las expectativas que un film como este pueda generar. Aborda con el respeto que se merece un episodio oscuro en la historia de la humanidad, pero no deja de construir un relato fílmico y apasionante. Nos sumerge dentro de esa atmósfera pesada que se vibra en el hotel y nos mantiene en tensión. La película está cargada de momentos de gran impacto, pero no lo hace de un modo explícito ni vulgar. La crudeza se transmite y se cuenta en el sonido de los disparos, en sus planos, en sus actuaciones, entre otros recursos cinematográficos.
Los talibanes son para el cine de algún modo los nuevos nazis. Son los malos. Esos seres que podemos estigmatizar de villanos, de aquellos a quienes odiar. Sin embargo, en esta cinta hay otro acercamiento hacia quienes cometieron estos actos. Sin justificarlos ni quitarles responsabilidad les da un contexto y los humaniza. Interesante decisión a mi criterio puesto que arroja un aporte novedoso a este tipo de films y en definitiva es lo que son. No monstruos sino humanos con sus paradigmas que, en nosotros los espectadores, estará la labor de emitir juicio sobre sus actos.
La crítica en cambio está puesta al fanatismo religioso. Vemos como estos chicos siguen las ordenes de una voz. Que no tiene rostro, omnipresente, que dicta desde sus oídos, casi como si fuera parte de sus cerebros las barbaridades que deben cometer cubiertas en mantos de divinidad. La desproporción de la riqueza y las diferencias de clases sociales son otras de las críticas en este relato.
El elenco cumple de manera excelente. El desafío actoral acá se encuentra en lograr toda nuestra empatía hacia ellos cosa absolutamente lograda. No tiene grandes destaques (algunos dirán Dev Patel, otros Anupam Kher) que, a mi entender, es un mérito para este estilo de películas dónde no tenemos a un único protagonista, sino que seguimos varias historias y en donde el film no intenta mostrar un héroe salvador sino personas reales.
Si tenés ganas de estar sentado en la punta de la butaca conteniendo el aliento, si te gusta reflexionar sobre la condición humana, si te gustan las historias bien contadas aprovechá estos días fríos para meterte en un cine a ver “Hotel Mumbai: El Atentado”.
Por Matías Asenjo