Quizás no le suene el nombre de Genndy Tartakovsky, pero desde ya le aseguramos que es un autor importante de las últimas dos décadas. Es dibujante y ha desarrollado para Cartoon Network series como El laboratorio de Dexter, Samurai Jack y la primera Guerra de los Clones. El hombre tiene temas personales (siempre es la integración de las diferencias y la distancia cómica respecto de ese conflicto, que tiene como núcleo la familia) y un estilo de humor que combina los trazos grandes con la explosión repentina de lo absurdo, a veces sin transiciones. La historia aquí es la de Drácula lidiando con su pequeño nieto, vástago de su hija vampira y su yerno humano, lo que lo lleva a una aventura cómica con sus amigos Frankenstein, el Hombre-Lobo y hasta una masa verdosa de voz indefinida. El choque de lo absurdo con lo cotidiano aquí rinde en muy buenos gags, que funcionan mejor (qué pena...) con las voces originales de Adam Sandler, Selena Gómez, Andy Samberg, Mel Brooks y un gran etcétera de comediantes. Sí es una película “para chicos” en la medida en que es amable y lúdica. Y también es una película “para grandes” en cuanto nos confronta, a los creciditos, con esas aventuras complicadas que son la paternidad y la familia. El cine de animación, especialmente la comedia, hoy parece mucho más “verdadera” a la hora de hablar de emociones y sentimientos que el drama de acción real. Suena, curiosamente, menos artificial.